El Tyrannosaurus rex no era capaz de correr

Investigadores de la Universidad de Manchester en el Reino Unido calcularon su velocidad máxima y resultó que si bien la bestia podía dar algunos pasos rápidos, cualquier intento por acelerar la marcha lo hubiese dejado con las piernas fracturadas.

El Tyrannosaurus rex no era capaz de correr

Autor: Sofia Olea

Modelo de la dinámica de las piernas del tiranosaurio. Imagen: Universidad de Manchester

Si Jurassic Park se hubiera basado en el último estudio sobre el Tyrannosaurus rex, algunas de sus escenas más famosas habrían sido muy diferentes. La investigación sugiere que el dinosaurio más famoso de la historia no era capaz de correr y apenas se las arreglaba para trotar.

Durante décadas los paleontólogos han debatido acerca de la capacidad de trote del T. rex. Ahora, investigadores de la Universidad de Manchester en el Reino Unido calcularon su velocidad máxima y resultó que si bien la bestia podía dar algunos pasos rápidos, cualquier intento por acelerar la marcha lo hubiese dejado con las piernas fracturadas, informa Science Alert.

Para el estudio se creó un modelo computacional detallado que usó análisis dinámico de sistemas multicuerpo (que observa conexiones de partes rígidas o flexibles), para ver cómo se movían e interactuaban las partes del esqueleto del T. rex.

El modelo se basó en unos restos desenterrados en 1987 y con tomografía axial computarizada se analizaron varios fósiles para ver cuánta fuerza aguantaban los huesos de este dinosaurio.

El cálculo del peso total de un ejemplar de T. rex dio como resultado 7.206,7 kilogramos. A partir de ahí se determinaron las fuerzas de impacto sobre los huesos a medida que la criatura aumentaba su velocidad en la marcha, tomando en cuenta los tejidos blandos que amortiguarían el golpe.

 

Si el T. rex hubiera coorrido a 27,7 kilómetros por hora, ya habría estado forzando los límites de sus huesos. En comparación, el humano promedio camina a unos 4,8 km/h, trota a unos 8 ó 9 km/h y Usain Bolt puede recorrer 100 metros en un máximo de 38 km/h.

 

Con un cálculo más aterrizado, basado en la firmeza de los huesos, los autores estiman que el T. rex habría trotado a la mitad de esos 27,7 km/h como límite máximo. Esto es comparable a la velocidad promedio que alcanza una persona que hace su mayor esfuerzo por alcanzar un bus.

«Nuestro análisis demuestra que mecánicamente el T. rex no era capaz de correr», dicen los autores, quienes publicaron su estudio en Peer J.

El Ciudadano

 

 


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