Muchas mujeres temen que al llegar a la edad madura su deseo disminuya o su vida sexual no sea tan satisfactoria como en la juventud. Un nuevo estudio ha probado lo contrario, demostrando que la edad puede venir acompañada de ciertos beneficios que hacen al sexo más placentero.
Los investigadores a cargo del estudio entrevistaron a casi cuarenta mujeres entre 45 y 60 años, entre las cuales muchas revelaron que estaban más satisfechas con el sexo, incluso aunque no lo practicaran tan a menudo, informa HealthDay.
Estas mujeres reportaron «sentirse más confiadas y cómodas con su cuerpo a medida que se hacían mayores, lo que les permitía sentirse más libres en la cama», dice la conductora del estudio, Dra. Holly Thomas.
«Tenían un mejor conocimiento y comprensión de sus propios cuerpos, a medida que se hacían mayores, y se sentían más cómodas y empoderadas al comunicar sus necesidades sexuales a sus parejas, que cuando eran más jóvenes», explica Thomas, quien es profesora asistente en medicina, en la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos.
Otras investigaciones han examinado las cifras relacionadas con los problemas sexuales físicos de los que se habla cuando las mujeres alcanzan una edad madura, como la libido y la sequedad vaginal.
Thomas dice que esos estudios, que están basados en indicadores físicos, normalmente muestran que el sexo empeora cuando las mujeres se hacen mayores, pero que el actual estudio tuvo otro enfoque, en que se conversó con mujeres cara a cara, en entrevistas y focus groups, para ver si de esta forma se podía obtener un panorama más completo sobre este tema.
Los investigadores entrevistaron a 20 mujeres y condujeron tres grupos focales con un total de 19 participantes. La edad promedio de las mujeres era 58 años y aproximadamente la mitad eran blancas. Todas, excepto dos, se declararon como heterosexuales.
La doctora Jan Shifren, no participó en este estudio, pero es directora del Centro de Salud de Mujeres de Mediana Edad del Hospital General de Massachusetts, y tiene una opinión desde su experiencia: «Es importante para las personas darse cuenta de no todo lo que ocurre con el envejecimiento es deterioro y pesadumbre, y que puede haber cosas muy positivas en términos de sexualidad».
Algunas mujeres en el estudio hablaron de cambios negativos en sus vidas sexuales al envejecer, tales como tener sexo con menos frecuencia, falta de lubricación vaginal y dificultades para alcanzar el orgasmo, pero ellas tenían la tendencia a responsabilidad a la familia y a los factores de estrés, más que a los síntomas de la menopausia, afirma la autora.
Shifren explica que a las mujeres con frecuencia se las convence de someterse a tratamientos hormonales cuando sus vidas sexuales declinan. Sin embargo, como reportan las mujeres del estudio, estos cambios se experimentan porque están bajo una serie de factores de estrés involucrados con la mediana edad. «No deberíamos decir automáticamente que los cambios sexuales se deben solamente a causas biológicas. Debemos comprender esta etapa como un tiempo complejo en las vidas de las mujeres», recalca la especialista.
Entre las mujeres que indicaron haber tenido cambios negativos, la mayoría dijeron que se habían adaptado a ellos, mientras las de un grupo más pequeño indicaron que éstos les habían afectado y unas cuantas afirmaron que les habían sido indiferentes, informa Thomas.
Shifren explica que los resultados del estudio sugieren que las mujeres debieran «enfocarse más en lo que pueden cambiar, pensar en lo que les molesta para encontrar la solución y tratar de reducir los factores de estrés en esta etapa de la vida».
El Ciudadano