Aunque hay una sola excepción confirmada –un famoso paciente en Berlín– nadie se ha curado de VIH. Sí es posible anular los síntomas de virus y ha habido varios casos en que los niveles del virus en la sangre han llegado a ser prácticamente indetectables, lo que significa que el paciente no podría transmitir la infección a otra persona, informa IFLScience.
Aunque no es una cura definitiva, este tipo de derrota al virus se describe como una «cura funcional». Ahora, unos científicos del campus del Florida del Scripps Research Institute (TSRI) de EEUU, pueden haber hallado otra forma de obtener este tipo de cura.
En la revista científica Cell Reports, el equipo explica cómo un nuevo tipo de droga parece suprimir la réplica del virus en células infectadas de manera crónica. Esto previene el rebote viral (en que los niveles de virus de disparan después de una baja inicial en el paciente) incluso durante las interrupciones del tratamiento.
Los investigadores han descrito este proceso como el enfoque de bloqueo y seguro (Block and lock), en que se previene la reactivación del virus dentro de las células y el VIH entra en estado latente, provocando cero daño a su organismo.
«Al combinar esta droga con el cóctel estándar de terapia retroviral para suprimir la infección en modelos humanizados del virus en roedores (infección VIH-1), nuestro estudio encontró una drástica reducción del virus RNA presente», dice la profesora asociada del TSRI, Susana Valente, autora y coordinadora del estudio.
«Ningún otro anti-retroviral usado en clínica hoy en día, es capaz de suprimir completamente la producción viral en células in vivo infectadas», agrega Valente.
En los ratones usados, no hubo muestras de rebote viral por hasta 19 días después de que dejaron de recibir las dosis del compuesto. En la mitad de todos los ratones tratados, el virus se volvió indetectable por 16 días después de que el tratamiento se detuviera. Se puede imaginar el éxito que tendría el tratamiento si se pudiera replicar en personas con VIH positivo.
La investigación se concentró en un compuesto llamado didehydro-Cortistatin A (o dCA), informa IFLScience. Este fue aislado por primera vez de la esponja marina Corticum simplex en 2006. Dos años después unos investigadores del TSRI lograron sintetizarlo en el laboratorio.
El equipo del TSRI has estado trabajando con este compuesto por varios años, hasta que en 2015 anunciaron que tiene características disruptoras del VIH. Este nuevo estudio confirma que bloquea la proteína Tat, que regula y estimula el ritmo al cual el VIH copia su ADN en ARN (un proceso vital en su ciclo de vida).
«Este es realmente una prueba de concepto para una cura funcional», dice Valente, quien recalca que la máxima dosis de la droga «prácticamente no tuvo efecto colateral».
El Ciudadano