El hipotético Planeta X nunca se ha observado, por lo que aún no sabe si realmente existe.
Hace un par de años, la NASA difundió un artículo en la página Jet Propulsión Laboratory, indicando la posible existencia de un noveno planeta en los límites externos de nuestro Sistema Solar, según evidencias convincentes.
Sin embargo, durante los últimos 5 años, la existencia del denominado Planeta X ha sido motivo de discusión y estudio.
Los astrónomos Jakub Aholtz, de la Universidad de Durham, y James Unwin, de la Universidad de Illinois, en Chicago, tienen la teoría de que este cuerpo celeste podría tratarse en cambio de un agujero negro primordial (PBH por sus siglas en inglés).
El Planeta X
En 1930 Plutón tenía el título de noveno planeta, pero en la década de los 90 se cuestionó luego del hallazgo de otros cuerpos celestes de similares características en el cinturón de Kuiper, y en 2006 finalmente dejó de ser considerado como tal, ya que su tamaño no estaba en el rango determinado oficialmente por la comunidad científica para un planeta.
Ahora bien, el hipotético Planeta X nunca se ha observado, por lo que aún no sabe si realmente existe.
De hecho, la existencia de este supuesto Planeta X se han atribuido a las extrañas órbitas de objetos distantes del sistema solar por los efectos gravitacionales que este estaría generando.
Se supone que las anomalías de las órbitas de los objetos transneptunianos (TNO) ,término que se refiere a cualquier objeto que se encuentre en el reino helado más allá de Neptuno, se desencadenan por una nueva fuente gravitacional en el sistema solar exterior.
Si bien es ampliamente aceptado que esta fuente podría ser un planeta flotante, Scholtz y Unwin argumentan que el escenario PBH no es irrazonable y debe tenerse en cuenta.
«La captura de un planeta flotante es una explicación principal para el origen del Planeta Nueve, y mostramos que la probabilidad de capturar un PBH es comparable», escribieron los astrónomos en el documento.
Scholtz y Unwin sostienen en su estudio publicado el 24 de septiembre en la revista preimpresa arXiv, que el aparente Planeta X sería en cambio un PBH “miniatura”, pues su radio es de apenas cinco centímetros; es decir, el tamaño de una pelota de tenis, pero con la densidad de una montaña.
Lo anterior explicaría el hecho de que los telescopios no puedan detectar la razón que está provocando las órbitas TNO.
¿Qué dicen las teorías?
Cabe recordar que los agujeros negros y los agujeros negros primordiales se diferencian en que los segundos existen sólo en la teoría y se presume que se originaron como resultado de las fluctuaciones de densidad en el universo primitivo.
Sin embargo, podría ser difícil confirmar esta teoría, ya que un PBH hipotético, con una masa de alrededor de cinco masas terrestres y un radio de aproximadamente cinco centímetros, tendría una temperatura de Hawking de aproximadamente 0.004 K, por lo que es más frío que el microondas cósmico fondo (CMB). Por lo tanto, la potencia radiada por un PBH típico solo es minúscula, lo que dificulta su detección.
Asimismo, se cree que es virtualmente invisible, al ser del mismo color que el espacio profundo; es decir, negro en su mayoría, de ahí que no se pueda ver con ningún aparato de medición o exploración.
Para superar este obstáculo, los autores del artículo proponen buscar señales de aniquilación del microhalo de materia oscura alrededor de un PBH. Tal halo de materia oscura, si se aniquila, se cree que puede proporcionar una señal poderosa que podría identificarse mediante observaciones.
Los astrónomos sugieren búsquedas dedicadas de fuentes móviles en rayos X, rayos gamma y también otros rayos cósmicos de alta energía, lo que podría proporcionar más evidencia que respalde la hipótesis PBH.
Además, el Planeta X ha estado envuelto en una extraña teoría de conspiración. Esta teoría afirma que un planeta rebelde llamado Nibiru algún día podría estrellarse contra la Tierra, destruyendo toda la vida tal como la conocemos.
Igualmente, se considera que la órbita ovalada de Nibiru lo llevará algún día al camino de nuestro planeta. No obstante, otros expertos afirman que como es tan pequeño, es poco probable que el agujero negro represente una amenaza para la Tierra, por ahora.
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