Algunas personas no tienen problemas para conciliar el sueño después de tomar una taza de café, mientras que para otras es tremendamente difícil. Un estudio sugiere que esto se debe a diferencias en la conformación genética de las personas.
La investigación, conducida por Marilyn Cornelis, genetista de la Universidad Northwestern en Illinois, Estados Unidos, sugiere la posibilidad de que las diferentes reacciones físicas al café también pueden ser observables cuando se trata de otros compuestos, informa RT.
El equipo científico encontró que hay una variante del gen CYP2A6, que se ha vinculado previamente con la conducta de los fumadores y la metabolización de la nicotina, que también se relaciona con la asimilación que el organismo hace de la cafeína, informa el sitio de la U. de Northwestern.
Además observaron que el gen GCKR, que se asocia a la metabolización de la glucosa y los lípidos, también podría estar involucrado en la respuesta ante el aromático estimulante.
Cornelis cree que si bien todavía no hay claridad sobre la relación entre la metabolización de la cafeína y el comportamiento alimenticio que crea el hábito de su consumo, ésta «merece ser investigada», como una forma de comprender mejor la salud humana en relación al uso de alimentos y sustancias estimulantes.
El Ciudadano