Después de años de retrasos y miles de millones de dólares en costos adicionales, los componentes del Telescopio Espacial James Webb (JWST), de la NASA, finalmente se han completado.
El enorme espejo principal del telescopio espacial es el más grande jamás construido y fue presentado ayer en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, en Maryland. Conformado por 18 espejos hexagonales bañados en oro y con un diámetro de 6,5 metros, la estructura tendrá 100 veces el poder de observación de Hubble. Tras 20 años en construcción, su lanzamiento oficial será en octubre de 2018.
Esta semana también se anunció que ya está completa la construcción del parasol que protegerá al telescopio de los rayos del Sol, que tiene el tamaño de un campo de tenis. Luego de que se realicen las pruebas correspondientes, el gran espejo compuesto y el parasol serán integrados en una sola gran estructura.
Imagine @rogerfederer running back and forth on the @NASAWebb sunshield, that's how big it is – @COBE_Dr #JWST 😄 pic.twitter.com/t8e2imkUQ6
— Dr. Amber Straughn (she/her/hers) (@astraughnomer) November 2, 2016
«Una vez que esté completado, Webb será el observatorio espacial más grande y complejo que la humanidad haya visto», dice el administrador de la NASA, Charlie Bolden, en un comunicado.
El JWST estará más allá de la órbita de la Luna, en una región de estabilidad gravitacional llamada punto Lagrange 2, o L2. Desde ahí, tendrá una clara vista del cosmos y enviará imágenes del universo.
Aunque se dice que es el sucesor de Hubble, la diferencia con éste es que observará al universo en infrarrojo. Pero su tamaño permitirá vistas más grandes de las galaxias, estrellas e incluso exoplanetas.
Las capacidades infrarrojas del nuevo telescopio espacial permitirán observar de cerca, a través del polvo cósmico y dentro de las galaxias y sistemas planetarios, y sus 18 espejos trabajarán juntos para capturar estas vistas.
Fuente, IFLS
El Ciudadano