Las recientes fotografías de la Tierra y del espacio sideral hechas por el satélite ruso Elektro-L superan en calidad y veracidad a las imágenes presentadas por la Nasa, señala el sitio web Gizmodo.
El satélite Elektro-L, elaborado y construido en la productora rusa de ingenios espaciales, Sociedad de Investigación y Producción Lávochkin, para la Agencia Federal Espacial Rusa, Roscosmos, fue lanzado desde el cosmódromo de Baikonur, Kazajistán, el 20 de febrero de 2011 y actualmente gira alrededor de la Tierra en una órbita geoestacionaria.
Electro-L está elaborado para recolectar datos que permitirían realizar el análisis y el pronóstico de las condiciones meteorológicas a escala regional y global, del estado de los océanos y mares, de las condiciones para los vuelos aéreos, así como de la situación geofísica en el espacio cercano a la Tierra.
Los resultados del funcionamiento del satélite asimismo contribuirán en el estudio del clima y en los cambios globales del mismo, así como en el control de las situaciones de emergencia.
El ingenio ruso, que se abastece de energía a través de paneles solares, tiene una cámara con una resolución de 1 km por píxel para el espectro visible y de 4 km por píxel para el infrarrojo. El aparato transmite las imágenes a la Tierra cada 30 minutos, pero en caso de emergencia la frecuencia de la transmisión puede ser cambiada por una orden del punto de control terrestre a una imagen a cada 10 minutos.
Las fotos de Electro L, recibidas desde la órbita, se destacan no solamente por lo bello que son, sino también por su calidad y precisión, y realmente se diferencian de las imágenes de la Tierra, realizadas por los aparatos estadounidenses. Los especialistas de este país se preguntaron que si realmente son más fieles.
Según explicó a Gizmodo, Robert Simmon, científico del Observatorio Terrestre de la Nasa (Nasa Earth Observatory) en el Centro de vuelo espacial Goddard (CVEG), las imágenes tomadas por el satélite ruso no son mejores o peores que aquellas suministradas por la Nasa, sino son diferentes, porque ofrecen una visualización diferente de la misma realidad.
El experto sostiene que estas imágenes tan espectaculares representan una combinación de las ondas visibles y aquellas que pertenecen a la región espectral del infrarrojo cercano, capacidad ausente en los aparatos de la Nasa. Por ejemplo, la vegetación tiene en las imágenes el color rojo.
Así, con una percepción de las ondas infrarrojas cercanas, las fotografías rusas pueden ofrecer al espectador una visión del espacio cósmico que nunca antes había podido alcanzar el ser humano.
31 mar 2011
Fuente: actualidad.rt.com