Pareciera que ahora resulta ser más cool hablar de cannabis que de marihuana. Le da como un estatuto científico muy lejos de los prensados, policías y hasta de Bob Marley. Es como si los discursos sobre la milenaria planta que se fuma para modular la sensibilidad se los hubieran tomados científicos serios, vestidos de blancos, rodeados de pipetas, purificando sustancias y compuestos activos. Pues bien, para actualizarte en los últimos conocimientos producidos sobre la ganja, preparamos este diccionario de términos que debiera saber cualquiera que quiera versar sobre el cannabis.
Junto con la explicación de los conceptos daremos una breve historia de su estabilización como hechos científicos. Hay que considerar que nuestra forma de inteligibilizar y comprender hoy la marihuana y sus efectos está atravesada por el estilo de pensamiento molecular, o sea, esa explicación del funcionamiento del cuerpo humano y de lo que le echemos dentro, el cannabis en este caso, a partir de las infinitesimales reacciones químicas que ocurren en los neurotransmisores.
El THC se escondió a los ojos de la ciencia occidental hasta 1964, cuando fue estabilizado por un científico israelí, cuyo equipo constató que el cuerpo humano y de otros mamíferos produce cannabinoides similares al THC: los endocannabinoides. Revisaremos brevemente dicho conceptos y el de cannabinoide, anandamida y sistema endocannabinoide.
Cannabis:
* Es el género de la planta en la clasificación de las especies vigente que diferencia a 3 subespecies: sativa, índica y rudelaris. Todas pertenecen a la familia Cannabaceae y al orden de las urticales, definidas como plantas herbáceas y leñosas.
* El ideador del sistema clasificatorio por órdenes y especies, el naturalista Carl Linnaeus identifica en 1753 la primera: Cannabis sativa. Otro ilustre de la ciencia, el naturalista Jean Baptiste Lamarck en 1783 define la Cannabis índica y el botánico ruso Dmitri Yanishevski distingue de la C. sativa, la Cannabis rudelaris en 1924 (1).
THC:
* El principal compuesto psicoactivo de la marihuana y que provoca el característico efecto de intensificación de la sensibilidad es el Δ9-tetrahidrocannabinol. Su presencia se halla en mayor medida en las esencias volátiles de las flores o en aceites extraídos de ellas.
* Sus efectos psicoactivos son producto de la interacción con el sistema endocannabinoide. El metabolismo con el organismo humano ocurre cuando es fumado en los pulmones o en el hígado cuando es comido. El humo que entra a través de los pulmones penetra por los vasos capilares que transportan el oxígeno. La capacidad de absorción de estos vasos es cincuenta veces mayor que la del paladar o del colon.
* El THC es liposoluble (o sea, se disuelve en grasas) y en disolventes orgánicos cómo el etanol o el hexano. Eso implica que se absorbe en todos los tejidos y el cuerpo lo acumula en forma de grasa.
* El descubrimiento del THC fue caro a la humanidad. Desde que en 1806 Friedrich Wilhelm Sertürner en 1806 aisló la morfina como principal compuesto activo del opio, la química de síntesis se abocó a definir los compuestos activos del universo herbario. Así en 1859 Albert Niemann aisló el alcaloide de la hoja de coca (cocaína) y en 1874 de la morfina se aísla la heroína. Con la marihuana costaría más de un siglo.
* Con la marihuana los intentos fueron varios: En 1841 el médico irlandés William Brooke O’Shaughnessy denominó los derivados de la planta como cannabinoides sin poder identificar el compuesto activo principal (2). Con las décadas concurrieron varios otros botánicos y químicos para aislar y definir según los patrones del estilo de pensamiento que buscaba encontrar el secreto de cada planta reducido a un compuesto activo. Así aparecen nombres dados como cannabin (1846), cannabene (1870), cannabinine (1881) y cannabindon (1894) a las mezclas que encontraron (3).
* Los científicos usaban en los intentos por aislar el ‘secreto de la marihuana’ los procedimientos convencionales. Guiados por el modelo de la morfina y la cocaína, pensaban obtener alcaloides de la planta, sustancias con las cuales se pueden preparar sales que tras ser precipitadas se pueden separar. Pero el cannabis no contenía alcaloides y se tuvo que esperar el siglo siguiente para hallar la sustancia pura de la ganja.
* La operación requería el uso de inscriptores, o sea, máquinas o procedimientos que fueran capaces de establecer una relación directa con la substancia original tras el proceso de aislamiento de la sustancia, las que fueron desarrolladas recién en la segunda mitad del siglo XX por un grupo científico liderado por Raphael Mechoulam en una universidad de Israel. El equipo logró estabilizar en 1964 la estructura del cannabidiol (CBD) y al año siguiente lograron aislar el THC por primera vez. La definición de la estructura molecular de una sustancia permite sintetizarla (4).
* Hace pocas décadas que los investigadores empezaron a comprender correctamente la acción de los neurotransmisores El cerebro humano transmite impulsos eléctricos a través de las fibras nerviosas que conectan entre sí dos células nerviosas o neuronas, lo que constituye la base de la actividad nerviosa del cerebro. Los neurotransmisores portan una señal eléctrica determinada que excita o inhibe la acción de las células nerviosas. Las sustancias químicas neurotransmisoras se liberan en cantidades diminutas, como la serotonina que provoca sensación de satisfacción, o la dopamina que despierta la sensación de placer o la noradrenalina, neurotransmisor esencial para los procesos fisiológicos (5).
* El mecanismo de acción del THC es interfiriendo en la sinapsis entre una terminal presináptica y la neurona postsináptica. Lo que hace es suprimir la liberación de neurotransmisores del tipo CB1 y del neurotransmisor inhibitorio GABA, ácido gamma-aminobutírico que es el principal neurotransmisor inhibitorio cerebral.
Cannabinoides:
* Son los compuestos orgánicos de la planta producidos en exclusividad por el cannabis.
Hasta ahora se ha identificado 70 tipos de canabinoides entre los más de 480 compuestos que tiene dicha planta (27 nitrogenados, 18 aminoácidos, 3 proteínas, 6 glicoproteínas, 2 enzimas, 34 azúcares, 50 hidrocarburos, 7 alcoholes simples, 13 aldehídos, 13 cetonas, 21 ácidos simples y 22 grasos, 12 ésteres simples, 1 lactona, 11 esteroides, 120 terpenos, 25 fenoles no-cannabinoides, 21 flavonoides y hasta una vitaminas (6).
Sistema endocannabinoide:
* En el proceso de definir los efectos del cannabis en el cuerpo, el grupo de Mechoulam se encontró con un grupo de receptores neuronales que tenían concentraciones relativamente altas de THC. En una entrevista Mechoulam definió que “el cerebro no tiene receptores para otras plantas, no existen. De otro modo tendríamos millones de receptores para todo lo que contienen las plantas, pero no funciona así. Los receptores están en el cerebro con el fin de ser estimulados por algo que producimos cuando lo necesitamos” (7). O sea, llegaron a la conclusión de que el cuerpo humano tiene este tipo de receptores que interactúa en específico con el THC y lo definieron como sistema endocannabinoide.
Endocannabinoides:
* A las ligaciones endógenas de los receptores cannabinoides les llamaron cannabinoides endógenos o endocannabinoides. O sea, los científicos constataron que el cuerpo humano y de otros mamíferos produce cannabinoides similares al THC. Los endocannabinoides son potentes relajantes de los músculos liso vasculares.
* Entre los endocannabinoides se encuentran la anandamida, el 2-araquidonil glicerol (2-AG), el éter del 2-araquidonil glicerol (éter de noladina), la araquidonil-etanolamina (virodhamina) y la N-araquidonil-dopamina (NADA).
* Los endocannabinoides están en varias partes del cuerpo: en el hipocampo, región que tiene que ver con la memoria; en la corteza cerebral, específicamente en el área usada para concentrarnos; en las porciones sensoriales de la misma corteza, lo que afecta la percepción; y en el cerebelo, órgano rector del movimiento. También se encuentran en la médula espinal, el sistema nervioso periférico y en algunos órganos y tejidos, como las glándulas endocrinas, glándulas salivales, leucocitos, bazo y en el corazón.
* Los humanos no somos los únicos que poseemos receptores endocannabinoides. Se les ha identificado en mamíferos, pájaros, anfibios, peces, erizos de mar, moluscos y hasta sanguijuelas.
Anandamida:
*El mismo grupo de Mechoulam definió en 1992 que el cuerpo fabrica un endocannabinoide de origen lipídico, llamado también araquidonil-etanolamida (8). Esto da cuenta que el cannabis tiene un funcionamiento similar al opio (hay opiáceos endógenos) en nuestro organismo, o sea, constitucionalmente estamos dotados para modular con el cannabis como una llave en la cerradura que sería el sistema endocannabinoide.
* Así se estableció que el cuerpo humano tiene dos tipos principales de receptores de cannabinoides que se encuentran principalmente en el cerebro y en el sistema inmune, particularmente el bazo. Posteriores investigaciones dieron cuenta que la anandamida es sintetizada por una enzima específica, la amidohidrolasa de anandamida.
* La anandamida tiene como función en el cuerpo controlar el apetito y como mecanismo de protección en daños neurológicos. Está ligada con todos los mecanismos asociados con el placer: comida, sexo y circuitos de recompensa, provocando analgesia y sensación de paz. No en vano, sus descubridores la llamaron Anandamida, palabra que viene del sánscrito ‘ananda’ y que significa ‘beatitud’. Para el budismo la palabra reúne tanto el placer físico como la felicidad espiritual, o sea, dos caras de una misma moneda.
Enfermedades en que está comprobado efectos terapéuticos del cannabis:
* Los compuestos del cannabis son terapéuticamente eficaces en el control de náuseas y vómitos, estimulación del apetito, espasticidad, síndrome de Tourette, dolor neuropático, esclerosis múltiple, elevación del estado de ánimo; y potencialmente útiles para prurito, glaucoma, asma, epilepsia y migraña (9).
Cannabinoides sintéticos:
* En las últimas décadas hubo un crecimiento exponencial en el número de fármacos cannabinoides en desarrollo farmacéutico de dos en 1995 a 27 en 2004 (10). En una entrevista reciente el propio Mechoulam dijo que todas las grandes farmacéuticas tienen programas de investigación dedicados a los cannabinoides».
* Entre los fármacos ya producidos por las farmacéuticas están la nabilona, creado en 1985 por el laboratorio Eli Lilly; el dronabinol, THC sintético producido por Unimed Pharmaceuticals en 1986 y comercializado bajo la marca Marinol, siendo hasta el momento el único cannabinoide sintético aprobado para uso médico en Estados Unidos; el Sativex, spray bucal con extracto de THC y CBD fabricado por GW Pharmaceuticals en 2005; y un fármaco reciente que espera sólo la autorización de la FDA para sr comercializado, el Rimonabant, producido por la compañía farmacéutica Sanofi-aventis.
* “Creo que los cannabinoides representan un tesoro medicinal que espera a ser descubierto», dijo Mechoulam en una entrevista reciente (11). No en vano ya tiene inscrito a su nombre más de 25 patentes asociadas a los cannabinoides.
Mauricio Becerra Rebolledo
El Ciudadano
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NOTAS:
(1) Geller, Tom: Cannabinoids: A Secret History. En Chemical Heritage; Summer 2007, Vol. 25 Issue 2, p32. .
(2) William Brooke O’Shaughnessy publicó su artículo en 1841 en el periódico Transactions of the Medical and Physical Society of Bengal, editado por la Medical and Physical Society of Calcutta.
(3) Geller, 2007.
(4) Klein Leichman, A.: The Israeli Pharmacologist Who Kick-Started Marijuana Research. En Israel21c, 14 de mayo de 2012.
(5) DAVENPORT-HINES R. La búsqueda del olvido: Historia global de las drogas, 1500-2000. Barcelona. Fondo de Cultura Económica; 2004.
(6) García Carnelli, Carlos; Cairabú, Selva: Aspectos farmacognósicos del cannabis. En Aporte universitario al debate nacional sobre drogas (varios autores). Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC), Universidad de la República, Montevideo, 2012.
(7) Revista Cáñamo, 2008.
(8) El grupo integrado por William Devane, Allyn Howlett, Lumír Hanus, y Aviva Breuer de la Universidad Hebrea describieron por primeravez la anandamida. (Geller, 2007).
(9) Flemming, T.; Muntendam, R.; Steup, C. y Kayser, O.: Chemistry and Biological Activity of Tetrahydrocannabinol and its Derivatives. En Topics in Heterocycle Chemistry, 10: 1-42. 2007.
(10) Armentano, Paul: Big Pharma Is in a Frenzy to Bring Cannabis-Based Medicines to Market. En Alternet, 4 de Julio, 2008.
(11) Klein Leichman, A.: The Israeli Pharmacologist Who Kick-Started Marijuana Research. En Israel21c, 14 de mayo de 2012.