Diversos medios de comunicación peruanos informaron del hallazgo de dos entierros humanos de tres mil años de antigüedad, en la zona arqueológica de Marcavalle, en las afueras de la ciudad de Cusco (sur).
La arqueóloga Luz Marina Monroy, encargada del proyecto de exploración, publicó en el diario local Perú 21 que los descubrimientos datan de aproximadamente 1.000 años antes de Cristo. “Esto confirma que Marcavalle contiene los primeros entierros humanos registrados en el valle del Cusco, siendo su primer asentamiento”, detalló.
Además, la científica dijo que corresponden al de una persona menor de 20 años, la cual se encontraba rodeada de piedras, en posición flexionada y en cuyo cráneo, que sufrió deformaciones, se halló una placa circular de oro que se presume tenía fines decorativos.
El segundo entierro corresponde a un hombre menor, cuyos restos óseos se hallaron en posición lateral extendida y rodeado de objetos artesanales, elaborados mayormente en obsidiana (roca).
Los arqueólogos de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco hallaron los restos de un camélido usado como ofrenda fúnebre, restos de lo que fue un taller lítico, así como fragmentos de cerámica, instrumentos elaborados en hueso, piezas metálicas para fines domésticos, entre otros.
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