La semana pasada se iniciaron en Norteamérica las pruebas con un innovador método para intentar «curar» la diabetes tipo 1 con células madre. Los implantes de células madre embrionarias se administraron a dos personas, una en Estados Unidos y otra en Canadá, que tienen diabetes tipo 1 de alto riesgo. Los investigadores esperan que esto ayude a los pacientes a manejar la enfermedad.
Las células madre, desarrolladas por la empresa privada ViaCyte, se implantan debajo del antebrazo del paciente, donde tardan unos tres meses en madurar en las células de los islotes pancreáticos. Estas células, que son responsables de la producción de insulina, son atacadas por el propio sistema inmunológico cuando una persona tiene diabetes tipo 1.
«Si [resulta exitoso], lo llamaríamos una cura funcional», dijo Paul Laikind de Viacyte a New Scientist. «No es una verdadera cura porque no abordaríamos la causa autoinmune de la enfermedad, pero estaríamos reemplazando las células desaparecidas», explicó el investigador.
Ya se ha probado un implante más pequeño (por seguridad) en 19 personas y la compañía espera ampliar el ensayo a 40 personas a fin de año, con el fin de entender tanto la seguridad y la eficacia de una versión de tamaño completo. ViaCyte espera obtener resultados preliminares durante el primer semestre de 2018 para saber si el sistema funciona luego de seis a 12 meses.
«Los trasplantes de islotes se han utilizado con éxito para tratar a pacientes con diabetes tipo 1 inestable y de alto riesgo, pero el procedimiento tiene limitaciones, las que incluyen suministros muy limitados de órganos donantes y desafíos al obtener preparaciones de islotes confiables y consistentes», dice James Shapiro, investigador de la Universidad de Alberta, Canadá. «Una terapia de reemplazo de islotes, derivada de células madre efectivas, resolvería estos problemas y podría ayudar a un mayor número de personas», agrega.
Si es exitoso, el implante mejorará la vida de los pacientes, ya que no será necesario monitorear de cerca sus niveles de insulina en la sangre o inyectarla. Pero hay un costo, porque las personas que opten por este tratamiento tendrán que tomar medicamentos inmunosupresores para que sus cuerpos no ataquen las células recién implantadas. Esta es la razón por la que el procedimiento está dirigido a las personas que están en mayor riesgo.
La diabetes tipo 1 puede conducir a episodios severos de hipoglucemia, en el corto plazo, y enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular o enfermedad renal (entre otros problemas) en el largo plazo.
Por IFLScience
El Ciudadano