Un grupo de astrónomos detectaron por primera vez en la historia evidencia de dióxido de carbono en la atmósfera de un planeta fuera del sistema solar gracias al telescopio espacial James Webb de la NASA.
El exoplaneta se llama WASP-39b y es un gigante de gas caliente con una masa similar a la de Saturno, en una órbita muy cercana a una estrella parecida al Sol situada a 700 años luz de la Tierra. Observaciones anteriores del cuerpo espacial revelaron una cantidad sustancial de vapor de agua en su atmósfera, así como sodio y potasio.
Los astrónomos utilizaron el espectrógrafo de infrarrojo cercano de Webb para realizar sus observaciones. «Comprender la composición de la atmósfera de un planeta es importante porque nos dice algo sobre su origen y cómo evolucionó», afirmó Mike Line, de la Universidad Estatal de Arizona, integrante del equipo de investigación.
Los planetas en tránsito como WASP-39 b pueden brindar a los investigadores oportunidades para sondear atmósferas planetarias. Durante un tránsito, parte de la luz de las estrellas es eclipsada por el cuerpo espacial por completo, provocando la atenuación general, y se transmite a través de la atmósfera.
Gracias a que una variedad de gases absorben diferentes combinaciones de colores, los expertos pueden analizar pequeñas diferencias en el brillo de la luz transmitida en un espectro de longitudes de onda para determinar exactamente de qué está hecha una atmósfera.
El hallazgo, que fue aceptado para su publicación en la revista Nature, ofrece evidencia de que en el futuro Webb podrá detectar y medir el dióxido de carbono en las atmósferas más delgadas de los planetas rocosos más pequeños.
Fuente RT
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