Un equipo científico hizo un importante descubrimiento en el Cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, confirmando por primera vez que éste contiene dos importantes bloques estructurales de vida: el aminoácido glicina y el fósforo.
El descubrimiento fue hecho por el instrumento ROSINA, de la nave espacial Rosetta, de la ESA. Esto sugiere que aunque los cometas puedan o no haber jugado un papel en traer agua a la Tierra, sí pueden haber tenido algo de responsabilidad en iniciar la vida en nuestro planeta. El informe fue publicado en la revista Science.
«Se necesitaría 10 millones de cometas para suministrar agua a la Tierra, pero sólo unos cuantos cientos para proveer del material orgánico», señaló a IFLScience Kathrin Altwegg, autora principal del estudio e investigadora de la Universidad de Bern, Suiza. «No es prueba de que [los cometas] iniciaron la vida en la Tierra, pero ciertamente, desde los aminoácidos se puede crear vida, y sabemos que los cometas impactaron el la Tierra».
Para lograr este hallazgo, ROSINA detectó y clasificó moléculas de gas en la coma del cometa cuando Rosetta hizo su aproximación más cercana en agosto de 2015. Esta no es la primerísima vez que se detecta glicina en material de cometa; la misión Stardust, de la NASA, trajo muestras de glicina a la Tierra del cometa Wild 2 en 2006. Sin embargo los científicos no estaban seguros de si esas muestras habían sido contaminadas por material de este planeta, por lo que su descubrimiento no se pudo demostrar completamente.
Con este descubrimiento reciente, ahora sabemos con seguridad que los cometas contienen glicina, un compuesto orgánico importante encontrado en las proteínas. El fósforo, por su parte, es un elemento clave que juega un importante rol en el marco estructural del ARN y el ADN.
«Esto nos muestra que los cometas tenían el potencial de traer material ricamente orgánico a través del Sistema Solar y a la Tierra en particular», explicó a IFLScience Matt Taylor, científico del proyecto Rosetta. «La combinación de esa transferencia con un ambiente rico en agua como el de la Tierra, constituye el siguiente paso para la formación de la vida misma».
Se han detectado otros componentes orgánicos en el cometa 67P, pero este último hallazgo es un nuevo hito. Aún no sabemos con toda seguridad cómo comenzó la vida en la Tierra, y es tentadora la teoría de que los cometas ayudaron. Esto también tiene implicaciones en la carrera por encontrar vida en otros planetas: si los cometas tuvieron su participación aquí, se podría pensar que tal vez hayan hecho lo mismo en algún otro lugar. «Lo que pudo pasar en la Tierra, pudo haber pasado en cualquier otro lugar», dice Altwegg.
Por IFLScience
Traducción, CCV El Ciudadano