Una expedición de más de 10 millones de dólares intentará llegar hasta el cráter de Chicxulub, en el noroeste de la península de Yucatán, en México. En las profundidades del mar de esa zona está el cráter de 180 kilómetros de diámetro formado por el asteroide que se cree que extinguió a los dinosaurios y a más de la mitad de la vida terrestre hace 66 millones de años (de acuerdo a la teoría más aceptada). Este cráter fue descubierto en 1970 en el transcurso de las exploraciones hidrocarburíferas.
En medio de la negativa de la industria petrolera a seguir adelante con sus investigaciones en la zona, un equipo de geofísicos liderado por Joanna Morgan y Sean Gulick, emprenderá a fines de marzo la travesía rumbo al cráter, que está a 800 metros bajo sedimentos marinos.
Una vez en el lugar indicado, a unos veinte kilómetros de la ciudad de Progreso y donde el agua alcanza una profundidad de 15 metros, iniciarán la excavación con técnicas de ingeniería petrolera el 1 de abril.
Durante dos meses, 30 especialistas del Proyecto Científico de Perforación del Cráter de Chicxulub trabajarán allí en busca de muestras de la base del cráter que les permitan entender los procesos derivados de la caída del asteroide y la desaparición de gran parte de la vida en la Tierra, incluidos los dinosaurios, en un peroceso que derivó en la evolución de las aves y los mamíferos, informa el portal Motherboard.
«Tenemos algunas hipótesis sobre lo que encontraremos. Primero esperamos ver un período de ‘no vida’ y luego la vida retornará y se diversificará a través del tiempo», explicó Gulick, quien sugiere que también podrían «aprender algo sobre el futuro». «Ciertos eventos pueden tener efectos sobre la morfología de nuestro planeta, las capas estratigráficas y, por supuesto, la vida», concluye.
Para los especialistas, si la travesía es exitosa, habrá más elementos para estudiar los cambios sufridos por el clima a través del tiempo y así comprender las transformaciones que vivimos en la actualidad.
Vía RT.