Por: Gerardo Sifuentes
Traducir escrituras antiguas es un desafío que a la fecha persiste. Quizá el más grande reto sea la primera obra de la literatura mundial, la Epopeya de Gilgamesh, la cual fue escrita hace más de 4,000 años. Los babilonios escribieron esta y otras obras en caracteres cuneiformes en tablillas de arcilla, mismas que han sobrevivido en forma de innumerables fragmentos. Hasta ahora, equipos de investigadores han logrado que al menos dos tercios del escrito sean legibles desde que fue redescubierto en el siglo XIX.
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A lo largo de los años, los caracteres impresos en cientos o miles de piezas de arcilla dispersos fueron copiados al papel. Después se compararon minuciosamente sus transcripciones, y en ciertos casos, como un rompecabezas, se han reconocido qué fragmentos van juntos y llenan los huecos. Esta labor ha llevado décadas en realizarse, pues los textos, escritos en los idiomas sumerio y acadio, conforman un sistema de escritura complejo. Esta difícil tarea ahora cuenta con nuevas herramientas como la inteligencia artificial, la cual está siendo aprovechada en el proyecto Literatura Babilónica Electrónica.
¿En qué consiste el proyecto?
Un equipo de investigadores alemanes han estado trabajando en la digitalización de todas las tablillas cuneiformes supervivientes de la cultura babilónica. Desde 2018 el proyecto ha procesado hasta 22,000 fragmentos de texto. Nombrado apropiadamente como «Fragmentarium», este archivo digital está diseñado para unir fragmentos de texto utilizando métodos automatizados. Se espera que en el futuro el programa también pueda identificar y transcribir fotos de escrituras cuneiformes. Hasta la fecha, se han fotografiado miles de fragmentos cuneiformes adicionales en colaboración con el Museo Británico de Londres y el Museo de Irak en Bagdad, a la espera de ser descifrados.
El equipo está entrenando un algoritmo para unir fragmentos que aún no se han situado en su contexto adecuado. Este ha identificado cientos de manuscritos y muchas conexiones textuales. En noviembre de 2022, por ejemplo, el software reconoció un fragmento que pertenece a la tablilla más reciente de la Epopeya de Gilgamesh, que al parecer es miles de años más joven que la primera versión conocida.
Desde que comenzó esta iniciativa, alrededor de 200 académicos de todo el mundo han tenido acceso a la plataforma en línea o a sus proyectos de investigación. Ahora que se pondrá a disposición del público, todos podrán leer las partes del Fragmentarium, aunque todavía hay miles de fragmentos que aún no han sido identificados.
¿Qué han descubierto?
Gracias al proyecto, durante los últimos años no solo se han descubierto nuevos textos y autores, sino que también se han encontrado géneros previamente desconocidos. Por ejemplo, se trabaja con un investigador iraquí en un himno a la ciudad de Babilonia, el cual describe cómo llega la primavera. Anteriormente, no se conocían himnos dedicados a las ciudades en la literatura babilónica, y ya se han encontrado quince nuevos fragmentos de este texto. Se estima que sin el Fragmentarium, el proceso de reconstrucción hubiera llevado treinta o cuarenta años. El equipo también descubrió que aquel texto jugaba un papel importante en las aulas, ya que se requería que los estudiantes babilónicos lo copiaran como ejercicio.
No existe una lectura canónica de la saga de Gilgamesh, que ha influido en la literatura mundial durante milenios, por lo que buena parte de su interpretación aún queda abierta. Por ejemplo, en el poema, Gilgamesh regresa a su ciudad natal de Uruk, la primera ciudad en la historia del mundo, según datos modernos. En este punto, la narración se interrumpe abruptamente y el texto pasa a una enumeración del tamaño de la ciudad y sus plazas públicas. Gilgamesh llega a casa y dice: Uruk es en realidad una ciudad hermosa. «Hay algo más profundo detrás», menciona Jiménez. «En esta interpretación, el episodio muestra que, aunque las personas son mortales como individuos, viven como parte de la ciudad en la que viven y de la sociedad humana a la que pertenecen».
¿Dónde se puede consultar?
El lanzamiento de la plataforma Literatura Babilónica Electrónica, con más de 300,000 líneas de texto, la mayoría de ellas inéditas, representa la publicación de texto más grande en la historia de los estudios cuneiformes hasta la fecha. Sin embargo, muchos de estos textos aún no han sido identificados y se espera que su publicación permita a otros usuarios identificarlos y utilizarlos en su trabajo. Además, se publicarán ediciones electrónicas completas de la Epopeya de la Creación y la Epopeya de Gilgamesh. También se pondrá a disposición del público una lista completa de caracteres y un diccionario acadio. La plataforma está disponible a partir de este mes en la dirección https://github.com/ElectronicBabylonianLiterature.
Gilgamesh fue un héroe en la mitología mesopotámica antigua, y el protagonista de la Epopeya de Gilgamesh, poema épico escrito en lengua acadia alrededor del segundo milenio A.C. Posiblemente fue un personaje histórico, rey de la ciudad-estado sumerio de Uruk, el cual gobernó posiblemente entre los años 2900 y 2350 a.C. Babilonia fue una vez la ciudad más grande del mundo. Se extendía a ambos lados del río Éufrates a unos 85 kilómetros al sur de la actual Bagdad, Irak. Fundada en el segundo milenio antes de Cristo, la antigua metrópoli fue la sede del rey Hammurabi, quien amplió el imperio que heredó desde el golfo Pérsico hasta el norte de Iraq. En 2019, su antiguo emplazamiento fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Con información de: www.ag.geschichte.uni-muenchen.de
Ilustración: Ivan Rojas
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