Desde el año 2009 el Dr. Claudio Laurido, lidera un proyecto interno de la Universidad de Santiago de Chile (Dicyt) que busca dar con las claves para aplacar el dolor crónico que provoca la artritis, enfermedad que degenera las articulaciones afectando la salud y la visa social de quienes la padecen.
El académico de la Facultad de Química y Biología de la Universidad, Dr. Claudio Laurido, lidera una investigación Dicyt que busca las causas de la artritis y los mecanismos que permitirían mejorar su cuadro sintomático, o bien curarlo. De no tratarse de manera temprana, la población afectada sufre el riesgo de invalidez o mortalidad prematura.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la artritis (AR) afecta entre el uno y dos por ciento de la población chilena, presentándose de manera más común en mujeres de edad productiva. Este padecimiento -que actualmente es cubierto por el AUGE-, consiste en la degradación o inflamación de las articulaciones del cuerpo, provocando dolor crónico y destrucción de las articulaciones.
A través del proyecto “Decodificando el rol de D-serina en la analgesia y sus mecanismos de acción en un modelo experimental de artritis: proyección al ser humano” -que concluye este año- , se pretende conocer cuáles son los mecanismos que rigen los fenómenos inflamatorios, como también cuáles son los grupos celulares y los caminos moleculares que hacen que el fenómeno se manifieste. “Hemos advertido que esto ocurre a nivel neuronal en el sistema nervioso, y que en esta zona hay ciertos receptores que son los que hacen andar estos fenómenos y los exacerba”, precisa el Dr. Laurido.
Según explica el académico, nuestro organismo cuenta con receptores llamados NMDA, los que median el dolor crónico, y que funcionan con ácido glutámico y un aminoácido asociado al funcionamiento del receptor, la D-serina. “Bloqueando este receptor se genera una mejoría bastante importante del dolor crónico”, comenta Laurido. Sin embargo, cuando se logra este desafío, se producen trastornos con los recuerdos, porque el receptor posee un mecanismo que es similar al de la memoria de las personas.
“La persona podría quedar con amnesia o con otros trastornos psíquicos. Desgraciadamente el dolor crónico y la memoria tienen los mismos mecanismos; por lo tanto, nos queda lograr aislar el uno del otro, para que así la persona no sienta dolor y no pierda la memoria”, aclara Laurido.
Gracias a la investigación, el experto y su equipo de trabajo, conformado por el Dr. Luis Constandil y el Dr. Alejandro Hernández, ambos del Departamento de Biología, ya han logrado descubrir que existe un aminoácido llamado D-serina, antes solo descubierto en algunos insectos, que activa el receptor NMDA, por tanto, según explica el académico, “si bloqueamos este aminoácido, lograríamos, sin duda, disminuir el dolor. A este respecto hemos ensayado dos estrategias alternativas: una de ellas es inhibir la actividad de las células gliales que producen la mayor parte de la D-serina, y la otra es inhibir la síntesis de D-serina, bloqueando una enzima clave que la genera. Las dos aproximaciones han dado buenos resultados, que abren expectativas futuras para su utilización en clínica”.
Fuente: Usach Al Día