Un equipo de investigadores de la Universidad de Duke se sorprendió al descubrir un sistema digestivo en miniatura, con mini estómago, duodeno e incluso intestino delgado, escondidos dentro del tumor de un pulmón.
Como se informó en la revista Development Cell, los investigadores descubrieron que las células cancerosas habían perdido un gen llamado NKX2-1. Este gen actúa como un interruptor maestro que indica a las células pulmonares cómo desarrollarse. Al parecer, sin NKX2-1, las células comenzaron a desarrollarse como intestino.
Esta increíble capacidad para mutar le da al cáncer un temible poder para luchar contra los tratamientos.
«Las células cancerosas harán lo que sea necesario para sobrevivir», dijo el autor principal, profesor Purushothama Rao Tata, en un comunicado. «Tras el tratamiento con quimioterapia, las células del pulmón cierran algunos de los reguladores celulares clave y captan las características de otras células para ganar resistencia», explicó.
Tata y sus colegas analizaron el ‘cáncer de pulmón de células no pequeñas’ utilizando la extensa base de datos de Cancer Genome Atlas Research Network. El equipo examinó miles de genomas del cáncer y descubrió que una gran proporción de ‘cáncer de pulmón de células no pequeñas’ carecía de ese gen específico.
Dado que tanto los pulmones como las células intestinales provienen de las mismas células progenitoras, los investigadores propusieron que la falta de NKX2-1 les permitiría tomar un camino de desarrollo diferente. Y esto significa que las células intestinales del cáncer podrían escapar del tratamiento porque no se verían afectadas por los ataques a las células del pulmón.
El equipo probó esta idea en modelos de ratón mediante la eliminación del gen NKX2-1 del tejido pulmonar. Las células pulmonares de los ratones comenzaron a crear características que generalmente aparecen solo en el intestino, como el tejido gástrico. Incluso comenzaron a producir enzimas digestivas. Cuando los tumores fueron inducidos, parecían pertenecientes al intestino anterior.
Los investigadores se preguntaron si se necesitaban otras señales para alterar el estado de las células de los pulmones, entonces crearon un mini sistema de tumores pulmonares y descubrieron que la simple manipulación de genes era suficiente para que los tumores de los pulmones comenzaran a mutar.
«Los biólogos del cáncer han sospechado durante mucho tiempo que las células cancerosas podrían cambiar de forma para evadir la quimioterapia y adquirir resistencia, pero no conocían los mecanismos detrás de tal plasticidad», dijo Tata. «Ahora que sabemos a qué nos enfrentamos en estos tumores, podemos anticiparnos a los posibles caminos que estas células tomarán y diseñar terapias para bloquearlas».
El ‘cáncer de pulmón de células no pequeñas’ ocurre en el 80 a 85 por ciento de todos los casos de cáncer de pulmón -que es el principal cáncer causante de muerte en el mundo.
El Ciudadano, vía IFLScience