Investigadores presenciaron un nacimiento con «partera» en una especie de primates

Se pensó por mucho tiempo que éste era un comportamiento humano solamente, pero se ha observado que un puñado de primates tienen la costumbre de dar a luz con hembras que asisten el parto.

Investigadores presenciaron un nacimiento con «partera» en una especie de primates

Autor: Sofia Olea
langures partera

Hembras Rhinopithecus roxellana y cría (Foto: Bin Yang)

La mayoría de los primates -y muchos otros animales, de hecho- normalmente dan a luz de noche por dos razones: evadir a los depredadores y dar tiempo a la nueva madre para recuperarse y empezar a alimentar y cuidar a su nueva cría. Esto significa que las observaciones de los primates salvajes ocurren con muy poca frecuencia.

Aún así, luego de estar cinco años estudiando a un grupo de langures chatos dorados (Rhinopithecus roxellana), un grupo de investigadores finalmente captó el acto raramente visto, en que una madre de esta especie da a luz durante el día. Los científicos incluso han podido fotografiar el suceso y reportarlo en la revista Primates.

Pero esto no fue lo único que se logró con la investigación, porque la madre no pasó por este proceso sola. Junto a ella había una segunda hembra, preparándola, calmándola y ayudándola a parir y a limpiar a la cría. Por mucho tiempo se pensó que éste era un comportamiento únicamente humano, pero se ha encontrado que un puñado de primates tienen la costumbre de dar a luz con hembras parteras, incluyendo a nuestro pariente cercano, el bonobo. ¿Por qué somos tan pocos los primates que hacemos esto?

bonobos

Hembra bonobo y cría

Originalmente se creía que el desarrollo de la partería en los humanos se había desarrollado porque, en el período previo al parto, el feto se da vuelta dentro del útero y, al momento de nacer, su cara mira hacia el lado opuesto de la cara de la madre. En otras especies, cuando la cría nace, la madre puede levantar a la cría de inmediato y despejar sus vías respiratorias; algo que se evita en los humanos.

Pero para confundir aún más las cosas, en 2011, un grupo de investigadores fueron los primeros en presenciar el nacimiento de un chimpancé y descubrieron que en esta especie, las crías nacen con esa misma orientación corporal, pero las madres no se acompañan de otra hembra que las asista.

En el nuevo caso de los langures chatos dorados, los investigadores encontraron que tan pronto como la madre diera signos de agitación, la segunda hembra acudió a asistirla. Cuando comenzaron las contracciones, ella se quedó cerca, y cuando la cría empezó a coronar, ella ayudó a sacarla. Después de que la madre alimentó y lamió al recién nacido, permitió que la «partera» lo sostuviera y también lo limpiara. En las horas siguientes al nacimiento, la madre sólo dejó que ésta y otra hembra tomaran a la cría recién nacida, rechazando a una langur joven que también se acercó a mirar.

El nacimiento sólo duró unos breves cuatro minutos con diez segundos. Mientras la nueva madre cortaba el cordón umbilical y se comía la placenta -para recuperar los nutrientes vitales de este órgano- la segunda hembra la acompañó todo el tiempo. Aún no se sabe cuán común es este comportamiento en esta especie de monos, pero los investigadores esperan poder responder a la interrogante con la filmación de uno de sus partos de noche, y así observar si otras hembras son tan atentas en esa situación.

langur hembra

Hembra de ‘langur chato dorado’ con su cría

 

Fuente, IFLScience

Traducción, CCV, El Ciudadano


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