Un nuevo artículo publicado el lunes informa de un pequeño aumento en el número de niños con autismo, de madres que usaban medicamentos antidepresivos durante el embarazo. El aumento fue pequeño y no se ha comprobado que este tipo de medicación cause autismo, pero de todos modos el estudio plantea una interesante relación que vale la pena seguir observando.
Investigaciones anteriores han identificado una mayor presencia de trastornos psiquiátricos en las familias de niños con autismo, lo que podría sugerir la presencia de factores genéticos comunes subyacentes. Una investigación de la Universidad de Australia Occidental también encontró que las madres de niños que más tarde desarrollaron autismo, habían tenido una mayor tasa de contacto con el sistema de salud mental que otras madres, antes del nacimiento de sus bebés. Esto se podría explicar tanto por factores ambientales como por la medicación usada durante el embarazo, por lo que ese estudio no fue concluyente.
En un intento de desentrañar los potenciales factores genéticos y ambientales -y más allá de la investigación anterior- se llevó a cabo un estudio más reciente en Estocolmo, Suecia, con 254.610 personas de 4 a 17 años, entre 2001 y 2011. Dada la creciente prevalencia de trastornos mentales en las madres, esta es una importante pregunta de investigación.
Para asegurar que sus hallazgos fueran tan válidos e imparciales como fuera posible, los autores ajustaron los resultados a otras variables relevantes, como la edad de los padres y el ingreso familiar, y repitieron su análisis utilizando varios métodos diferentes. Sus resultados mostraron un riesgo aumentado de 2,9% a 4,1% en hijos de mujeres que habían tomado medicación antidepresiva durante el embarazo.
Pero el documento también mostró que más del 95% de las mujeres que tomaron antidepresivos no habían tenido un niño con autismo.
Curiosamente, los riesgos se observaron sólo en relación al autismo sin una discapacidad intelectual asociada y no en los oros casos. Esto demuestra que los hallazgos podrían ser más atribuibles a factores genéticos que a los de la medicación, usando también como base la investigación anterior, que encontró que los genes parecen estar más ligados al autismo sin discapacidad intelectual.
Ya se sabe que existe un riesgo de autismo ligeramente mayor en hijos de mujeres con trastornos de salud mental. Como lo ha mostrado este estudio, el riesgo adicional por el uso de medicamentos antidepresivos es pequeño, pero un dato que puede ser importante en futuras observaciones.
Otro punto importante es distinguir entre un estudio que encuentra una correlación (el diagnóstico de autismo aumenta en los hijos de madres que tomaron medicación antidepresiva) y uno que encuentra causalidad (los antidepresivos durante el embarazo causan autismo).
Todavía se necesita más investigación y con muestras mucho más grandes, así como investigar mejor los diferentes tipos de antidepresivos y tener en cuenta la gravedad de la depresión y otros aspectos de la salud materna. Conocer el tipo de antidepresivo ayudaría a entender el mecanismo a través del cual ocurriría el efecto.
Mientras tanto, es importante manejar apropiadamente el tratamiento de la depresión en el embarazo, sin que los resultados del estudio actual comprometan o afecten la salud mental de las mujeres embarazadas que sufren de depresión y que podrían estar necesitando medicación, publica Helen Leonard, profesora asociada de Telethon Kids Institute.
Vía IFLScience
El Ciudadano