Tecnologías de Información y la Comunicación (TIC), Inteligencia Artificial, celulares inteligentes, tablets, robots domésticos, electrodomésticos autómatas, hubots (humanoides), conforman una pequeña lista de las creaciones del ser humano que vienen invadiendo el mundo bajo la excusa de “simplificar” nuestras vidas y todo lo que hacemos, incluso en el trabajo.
Pero ¿hasta qué punto la inteligencia artificial impactará de forma positiva en nuestras vidas? Algunos datos recogidos por ‘Oracle’, empresa que realizó una encuesta en Estados Unidos, denominada «Inteligencia Artificial (IA)», determinó el nivel de utilidad y aceptación de robots por parte de los trabajadores.
Tras consultar a 1.320 dirigentes de recursos humanos y empleados, el 93% de los entrevistados aseguró que tendría confianza en los mandatos dados en el trabajo por un robot, una cifra un tanto alarmante.
Si bien el 70% de las personas usa algún tipo de IA en su vida personal, sólo el 6% de los departamentos de personal lo establecen «activamente» en el ámbito laboral, apunta el estudio, reseña el portal «20 Minutos».
Por el lado de los empleados, el 59% cree que la IA «mejorará las eficiencias operacionales», un 50% lo ve como un recurso para tomar decisiones de manera más rápida y el 45 % considera que reduciría costos.
En cambio, los responsables de recursos humanos creen que la IA impactará positivamente en el «aprendizaje y el desarrollo» (27%), un mejor manejo de nóminas (18%) y el reclutamiento y beneficios de los empleados (13%).
Sobre estos particulares, la directora de ‘Oracle’, Emily He, hace la recomendación a las empresas para que consideren la inclusión de estas tecnologías al campo laboral.
«Las organizaciones deben asociarse con sus líderes de recursos humanos para abordar la brecha de habilidades y enfocar su estrategia de IT (Tecnología de Información) en incorporar innovaciones sencillas y poderosas de inteligencia artificial en los procesos comerciales existentes», afirmó.
No obstante, el informe apunta que entre el 60% y el 79% de los consultados creen que no adoptar la IA «tendrá consecuencias negativas en sus propias carreras, la de sus colegas y la de la organización».
A falta de empleados…
Por citar un ejemplo de cómo la tecnología crea dependencia al ser humano, podemos mencionar el caso de «Flippy», un robot que cocina hamburguesas y limpia la parrilla.
John Miller, director ejecutivo y fundador de CaliBurger, ha sucumbido a las bondades que ofrece la nueva era del mundo tecnificado y digitalizado.
Mientras, Patrick Sugrue, director ejecutivo de Saladworks -una cadena con sede en Pennsylvania, el cual tiene 95 locales- afirmó que los mejoramientos tecnológicos les dan una cierta tranquilidad.
«En este mercado los empleados se van incluso con una sola jornada laboral. Si eso sucede, tener a disposición esta tecnología hace la situación más fácil de manejar», explicó Sugrue, cita una trabajo especial de Perfil.
Para marzo de 2017, un reporte de la red global de PricewaterhouseCoopers (PwC), recogido por BBC, alertaba que 38% de los trabajos en Estados Unidos están en riesgo de ser reemplazados por robots y por inteligencia artificial en los próximos 15 años. La amenaza se extiende, con un porcentaje menor (30%) a Gran Bretaña y 21% de las posiciones laborales en Japón.