Hace tres meses, las noticias de la astronomía irrumpieron con una posible «megaestructura alienígena» alrededor de una estrella de aspecto extraño, a 1.500 años luz de aquí.
Pero mientras el científico Jason Wright especulaba con aliens, casi todo el mundo de la astronomía coincidía en que las probabilidades de algo así eran muy bajas.
Ahora, las últimas investigaciones del astrónomo Bradley Schaefer, de la Universidad del Estado de Louisiana (EE.UU.), vuelven a apuntar a la hipótesis de que algo tan extraño como una estructura alienígena está ocurriendo ahí, según informa New Scientist.
Lo que hace a la estrella KIC8462852 tan rara son los drásticos cambios de luz que muestra con el tiempo. Hay muchas estrellas que experimentan fluctuaciones temporales en su brillo, creciendo y decreciendo en luminosidad a través del tiempo, pero los cambios de KIC8462852 son mucho mas severos en comparación con estrellas antes vistas.
A través del telescopio espacial Kepler, entre 2009 y 2013 los astrónomos descubrieron que a veces perdía un 20% de su luminosidad. Lo que resultó ser más desconcertante es que los cambios no seguían ningún patrón obvio, lo que sugiere que algo gigante debe estar bloqueando la luz por periodos azarosos. Esto significa que no podría ser un planeta u otro objeto regular que estuviera orbitando la estrella. Algo así generaría que los patrones de luz fueran diferentes y más predecibles. Los astrónomos creen que debe ser algo que cambia de forma con el tiempo, bloqueado así los niveles de luz a intervalos irregulares.
En un momento se había pensado que se trataba de una familia gigante de cometas, pero esa idea fue refutada, afirma Schaefer, tal como han sido refutadas todas las ideas publicadas.
En sus investigaciones, Bradley Schaefer descubrió en los archivos de Harvard 1.200 mediciones tomadas a la estrella KIC8462852, desde el año 1890, y que las fluctuaciones irregulares en la intensidad de su luz están registradas desde ese año, hasta 1989 (prácticamente un siglo). Schaefer publicó sus hallazgos en el sitio arXiv.org
Schaefer explica en su informe: «Una tendencia de todo un siglo de fluctuaciones de luz irregulares como esas, necesitaría una cantidad estimada de 648.000 cometas gigantes, cada uno de 200 km de diámetro, todos orquestados para pasar enfrente de la estrella en el último siglo. Algo completamente inverosímil».
Entonces, ¿qué es?
Una vez descartada la hipótesis de los cometas, Schaefer se ha acercado un paso más hacia lo que podría estar pasando realmente al rededor de la KIC8462852, y cree que se podría tratar de planetas de gas gigantes en un sistema solar polvoriento, similar a como podría lucir HD 95068.
Schaefer también está haciendo reflotar la posibilidad de que el origen de este fenómeno sea una megaestructura alienígena que una civilización avanzada haya estado construyendo lentamente a través del tiempo. Una cosa es cierta para el científico, y es que los extraños cambios en la intensidad de la luz son probablemente causados por un único mecanismo físico, dependiente de algún tipo de cambio que aún se está manifestando, desde hace más de un siglo y con efectos continuos.
Científicos de otras organizaciones también estudian este fenómeno astronómico buscando un origen alienígena, intentando captar señales de radio o longitudes de onda visibles, pero hasta el momento no han tenido éxito.
Traducción/redacción, CCV.
Fuente, Independent.