Un nuevo estudio sugiere que solo 10 minutos de actividad física ligera son suficientes para impulsar la conectividad cerebral y ayudar al cerebro a distinguir entre recuerdos similares.
Científicos de la Universidad de California, EEUU, que estudian la actividad cerebral, descubrieron que la conectividad entre las partes del cerebro responsables de la formación y almacenamiento de la memoria, aumenta después de un breve intervalo de ejercicio ligero, como 10 minutos de caminata lenta, yoga o tai chi.
Los hallazgos podrían proporcionar un medio simple y efectivo para frenar o evitar la pérdida de memoria y el deterioro cognitivo en personas mayores o con bajos niveles de capacidad física.
Los científicos le pidieron a 36 voluntarios sanos entre 20 y 30 años de edad que hicieran 10 minutos de ejercicio ligero (al 30% de su consumo máximo de oxígeno) antes de evaluar su capacidad de memoria. La prueba de memoria se repitió en los mismos voluntarios sin hacer ejercicio.
Los investigadores monitorearon la actividad cerebral de los participantes y el examen mostró que en los cerebros de aquellos que se habían ejercitado, había mejor comunicación entre el hipocampo, una región importante en el almacenamiento de la memoria, y las regiones del cerebro cortical, que están involucradas en la memoria vívida.
«La tarea de memoria realmente fue bastante desafiante», dijo Michael Yassa, neurocientífico de la Universidad de California, Irvine, y co-líder del proyecto. A los participantes se les mostraron imágenes sencillas de objetos de la vida cotidiana y luego se les hizo una prueba de memoria para ver si lograban distinguir entre diferencias sutiles.
La gente que se había ejercitado era mejor para separar o distinguir entre los diferentes recuerdos, dice el informe en Proceedings of the National Academy of Sciences.
«Un paseo nocturno es suficiente para obtener algún beneficio», dijo Yassa, y agregó que la frecuencia y la cantidad exacta de ejercicio dependerán de la edad de la persona, el nivel de movilidad, la discapacidad potencial y otros factores del estilo de vida.
Michelle Voss, una neurocientífica de la Universidad de Iowa, EEUU, describió los hallazgos como «intrigantes». «Las regiones cerebrales involucradas aquí son también las regiones que juegan un papel importante en el deterioro de la memoria con el envejecimiento. […] Sería realmente emocionante ver este tipo de experimento en adultos mayores», dijo.
Los autores del documento están utilizando actualmente el mismo método para observar los efectos del ejercicio liviano en personas mayores durante largos períodos de tiempo.
«Nuestro principal objetivo es tratar de desarrollar una prescripción de ejercicio que pueda ser utilizada por adultos mayores con discapacidades o impedimentos de movilidad, pero que aún así puedan adoptar un régimen de ejercicio muy simple, quizás, poder evitar el deterioro cognitivo», dijo Yassa.
Alentados por los resultados, Yassa y su equipo han cambiado sus hábitos en el laboratorio. «Trato de hacer reuniones a pie de vez en cuando, y tratamos de levantarnos cada par de horas y dar un agradable paseo de 10 minutos. Según mi experiencia, no solo el grupo es más productivo, sino que estamos más felices», dijo.
Fuente: The Guardian