Científicos han desarrollado una inusual nueva forma de luchar contra las células madre cancerosas, combinando antibióticos con vitamina C. El compuesto no solo ayudaría a combatir tumores, sino que también podría reducir las posibilidades de que el cáncer vuelva.
Las terapias que mezclaron doxiciclina con vitamina C (ácido ascórbico) fueron 100 veces más efectivas en matar células madre cancerosas en el laboratorio, en comparación con otro agente anticancerígeno que se probó, la 2-desoxi-D-glucosa.
El nuevo estudio se basa en uno previo, realizado por el mismo equipo de la Universidad de Salford, en el Reino Unido, que observó cómo la vitamina C se puede usar para matar las células madre cancerosas, evitando que las mitocondrias de las células produzcan energía.
En primer lugar, el antibiótico evita que las células cambien entre diferentes tipos de fuentes de energía para mantenerse vivas, forzándolas a contar solamente con la glucosa. Técnicamente, el antibiótico hace que las células sean metabólicamente inflexibles, y esto es suficiente para matar algunas de las células cancerosas.
Pero no las ataca todas. Los científicos pensaron que esta la razón de que ciertos tumores se vuelvan resistentes a las drogas: se cambian a una fuente alternativa de nutrientes para seguir creciendo en el cuerpo.
Con este paso avanzado, la vitamina C viene a actuar como un refuerzo secundario, removiendo la fuente de esa glucosa y dejando que efectivamente las células madre cancerosas se mueran de hambre.
«En este escenario, la vitamina C se comporta como un inhibidor de la glicólisis, lo que impulsa una producción de energía en la mitocondria, la ‘planta eléctrica’ de las células», dice Federica Sotgia, uno de los autores del artículo publicado en Oncotarget.
Como ambas, la doxiciclina y la vitamina C no son tóxicas, la esperanza es que este tratamiento se pueda desarrollar con mínimos efectos secundarios.
Es importante notar que esta investigación solo ha trabajado con pruebas de laboratorio, y que en el futuro hay que ver si funciona en animales y en humanos. Además el estudio se concentra exclusivamente en las células del cáncer de mamas, así es que no se sabe cómo funcionará en otras formas de la enfermedad.
De todas maneras el estudio promete, especialmente porque involucra células madre cancerosas; se cree que estas son las principales agentes detrás de los tumores que crecen una y otra vez, y podrían jugar un rol en el bloqueo de las drogas tradicionales que se usan contra el cáncer.
Nuestras células madre básicas también se convierten en otros tipos de células en el cuerpo, ayudando a mantener nuestro crecimiento natural y funciones biológicas. La actual hipótesis es que tal vez las células madre cancerosas hacen lo mismo por los tumores a los que dan origen, y si se las puede noquear, podemos atacar a la base del cáncer.
Artículo original en Science Alert
El Ciudadano