En los informes la agencia espacial desvela que, a finales de esta década, pretende enviar una sonda-robot para atrapar y redirigir un asteroide hasta que pueda orbitar de manera estable alrededor de la Luna. Posteriormente, una cápsula Orion con astronautas a bordo, lanzada desde el cohete Space Launch System, exploraría y analizaría dicho asteroide.
Una de las tecnologías clave para cumplir con éxito una misión de estas características es aquella que la NASA ha bautizado como ‘Solar Electric Propulsion’ (SEP). Actualmente los especialistas investigan cómo utilizar esta tecnología para la misión ARM y afirman que, gracias a la misma, se podrán enviar grandes cargas útiles –alimentos, equipos, combustible y oxígeno– a Marte y otras misiones espaciales sin tener que crear para ello cohetes gigantes. Así, este sistema genera impulso a partir de paneles solares, que transforman la luz solar en campos electromagnéticos que aceleran y expulsan átomos cargados eléctricamente, es decir, iones.
Además, la NASA pretende crear un sistema que detecte, siga e identifique asteroides cercanos a la Tierra, no solo para seleccionar el mejor para que sea capturado en la misión ARM, sino, sobre todo, para crear una estrategia de defensa global para nuestro Planeta. La agencia asegura que «en tanto en cuanto seamos capaces de usar un robot para desviar un asteroide de su órbita y trasladarlo a donde queramos, podremos aplicar estas capacidades para alejar cualquiera que llegue a amenazar nuestra seguridad».