Los tatuajes figurativos más antiguos del mundo han sido descubiertos en dos famosas momias del Museo Británico. Los investigadores afirman que el hallazgo implicaría reescribir la historia del tatuaje, porque las figuras son mucho más antiguas de lo que se conocía previamente.
Un toro salvaje, una oveja de Berbería y unos motivos en forma de S están inscritos en la piel de dos cuerpos momificados naturalmente, que datan de entre 3351 y 3017 a.C.
«Increíblemente, a más de 5.000 años de edad, [el descubrimiento] corre un milenio más atrás la evidencia del tatuaje en África», dijo Daniel Antoine, conservador de antropología física en el Museo Británico.
Publicados en el Journal of Archaeological Science, los hallazgos involucran a un hombre y una mujer momificados del período predinástico de Egipto, antes de la unificación del país por el primer faraón en 3100 a.C.
La momia masculina, conocida como el hombre Gebelein, es un favorito de la galería y una de las momias mejor conservadas en el mundo. Ha estado en exhibición casi continuamente desde que fue descubierta hace unos 100 años.
De Gebelein se sabía que fue un hombre con cabello color jengibre y que probablemente fue asesinado de una puñalada. Lo que no se había examinado eran algunas manchas oscuras en la parte superior de su brazo derecho, que ahora se han revelado como tatuajes figurativos que representan un toro y una oveja. Los investigadores creen que pudieron haber simbolizado poder y fuerza.
Antes de los nuevos descubrimientos, los arqueólogos pensaban que los tatuajes estaban prohibidos para las mujeres, pero en la momia femenina, conocida como la mujer Gebelein, los investigadores encontraron una serie de cuatro pequeños motivos en forma de S, más difíciles de interpretar. Podrían ser bastones torcidos o badajos utilizados en danzas rituales.
Los tatuajes eran parte de muchas culturas antiguas. Antes de los hallazgos recientes, los ejemplos más tempranos eran las figuras geométricas en la piel de una momia alpina, conocida como Ötzi u Hombre de Similaun, que data del cuarto milenio a.C; es decir, más o menos contemporáneo con las momias de Gebelein.
Antoine, uno de los principales investigadores del artículo, dijo que la tomografía axial computarizada junto a las datación por radiocarbono y las imágenes infrarrojas, «han transformado nuestra comprensión de las momias Gebelein. Solo ahora estamos obteniendo nuevos conocimientos sobre las vidas de estos individuos notablemente preservados».
El Ciudadano, vía The Guardian