El observatorio de neutrinos IceCube, ubicado en el Polo Sur, reveló que la Antena Transitoria Impulsiva Antártica de la NASA (ANITA), «otro experimento de neutrinos antárticos, ha detectado algunas señales muy extrañas», señalando que «los científicos del IceCube descubrieron que estas señales no pueden explicarse con la física del modelo estándar».
El proyecto ANITA consiste en un globo gigante que sobrevuela el continente antártico apuntando sus antenas de radio hacia el suelo. Un nuevo estudio reveló que durante los primeros tres vuelos del experimento se detectaron varios candidatos a neutrinos, unas partículas subatómicas con masas increíblemente pequeñas y sin carga capaces de atravesar el planeta sin inmutarse.
Las reacciones que ocurren en el interior del Sol son la mayor fuente de neutrinos, lanzando a cada segundo torrentes de estas partículas a través de la Tierra. Los neutrinos también pueden provenir de eventos cósmicos increíblemente poderosos, así como de fuentes artificiales.
«Cuando un neutrino interactúa con un átomo de hidrógeno u oxígeno en el hielo, produce una señal que el IceCube puede localizar» gracias a sus 5.160 detectores ópticos enterrados en el hielo, explica el observatorio antártico.
La ANITA, a su vez, se dedica a buscar «ondas de radio, porque los neutrinos de energía extremadamente alta, cientos de veces más enérgicos que los que IceCube detecta comúnmente, pueden producir intensas señales de radio cuando se estrellan contra un átomo en el hielo».
No obstante, los físicos quedaron perplejos tras la detección de estas señales, que parecían provenir de neutrinos de energía extremadamente alta, ya que, detallan, estos «habían llegado en un ángulo que sugería que acababan de viajar a través de la mayor parte del planeta, lo cual no se espera de unos neutrinos con estas energías».
«Se dice comúnmente que los neutrinos son partículas ‘evasivas’ o ‘fantasmales’ debido a su notable capacidad para atravesar el material sin estrellarse contra algo. Pero con estas energías increíbles, los neutrinos son como toros en una tienda de porcelana: es mucho más probable que interactúen con partículas en la Tierra», señaló el astrofísico Alexander Pizzuto, de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE.UU.), que lideró el estudio.
«Física más allá del modelo estándar»
Los científicos sugieren que hay «una posibilidad de una fuente realmente intensa» que generara las partículas detectadas, lo que supondría una explicación astrofísica del evento. Para comprobarlo, decidieron observar los datos de ocho años de observaciones del IceCube y «buscar correlaciones» con los fenómenos detectados por la ANITA, las cuales sin embargo no lograron encontrar.
«Eso significa que podemos descartar la idea de que estos eventos provengan de una fuente puntual intensa, porque las probabilidades de que la ANITA vea un evento y el IceCube no vea nada son muy escasas», comentó Anastasia Barbano, de la Universidad de Ginebra (Suiza).
«Nuestro análisis descartó la única explicación astrofísica del modelo estándar que queda de los eventos anómalos detectados por la ANITA. Entonces, si estos eventos son reales y no se deben solo a rarezas en el detector, entonces podrían estar apuntando a una física más allá del modelo estándar», concluyó, por su parte, Pizzuto.
Cortesía de RT
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