Una nueva investigación reveló que hay un nexo entre la depilación del vello púbico y un mayor riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Los investigadores también descubrieron que quienes reducen con más frecuencia y dedicación su zona púbica, tienden a ser las personas más jóvenes, las más activas sexualmente y las con más parejas sexuales en un año y en el curso de una vida.
El estudio observó a 7.580 personas estadounidenses (56% de hombres y 44% de mujeres) de edades entre 18 y 65 años. Sus resultados fueron publicados en la revista Sexually Transmitted Infections del British Medical Journal.
Alrededor de un 75% de los participantes dijeron que habían depilado el vello púbico antes, con un porcentaje más alto de mujeres (84%) que de hombres (66%).
En un 42% de los hombres la herramienta usada era la afeitadora eléctrica, mientras un 61% de las mujeres optaba por la afeitadora manual. Alrededor del 25% de los hombres y las mujeres usaban sólo tijeras.
Los investigadores catalogaron a los que se rasuraban el pubis completamente y más de 11 veces al año, como «extremos», y a los que se recortaban diaria o semanalmente, como «de alta frecuencia». Entre el grupo de muestra, 17% de las personas fueron clasificadas como extremas y 22% como de alta frecuencia.
En total, 13% de los participantes dijeron que habían tenido herpes, virus del papiloma humano (VPH), sífilis, gonorrea, clamidia, VIH o ladillas.
Los «extremos» habían tenido un número notablemente mayor de parejas sexuales que cualquier otro grupo, y todos los que se quitaban el vello púbico, en cualquier nivel, tenían un 80% más de riesgo de contraer alguna ETS. En los grupos «de alta frecuencia» y «extremos», se encontró que había cuatro veces más probabilidades de contraer alguna infección, particularmente herpes y papiloma, que se contagian por el contacto de la piel con otra piel.
Pero no todo fue perfecto para quienes raramente se acicalaban el vello público, porque a ellos, como podría esperarse, se los encontró mas propensos a contraer ladillas.
La investigación fue un estudio observacional sin la finalidad de encontrar una causa. Sin embargo, considerando que el equipo tuvo en cuenta la cantidad de parejas sexuales al observar si la «poda» del pubis se asociaba con las ETS, no se trató simplemente de que quienes más se depilan o rasuran tienen «comportamientos sexuales riesgosos».
Lo que los investigadores sí sugieren es que la depilación frecuente puede hacer que se pierdan pequeñas partículas de la piel, dejándola más desprotegida ante bacterias y virus.
Aparte de los riesgos aparentes, los autores dicen que la depilación del pubis se está volviendo muy popular en todo el mundo, junto con una percepción cambiante sobre el atractivo, la limpieza, la masculinidad, la feminidad y la sexualidad.
Por IFLScience
El Ciudadano