Plantear desafíos intelectuales a tu gato puede ser la clave para su felicidad. Así lo revela una nueva investigación publicada en la revista Journal of Feline Medicine and Surgery (PDF). Según el estudio, hacer que los gatos domésticos tengan que resolver problemas y sortear obstáculos para conseguir su comida, mejoraría su salud emocional y física.
Los investigadores, de la Universidad de California, Berkeley, compilaron estudios de casos de 30 gatos con problemas de salud y comportamiento y encontraron que los desafíos para conseguir la comida eran efectivos en aliviar una amplia variedad de problemas, desde la obesidad hasta la ansiedad.
En un caso, un gato obeso de 8 años perdió un 20% de su peso en un año de estar resolviendo acertijos para conseguir su alimento. En otro, un gato de 2 años con miedo a las personas, mejoró notablemente después de que sus dueños implementaran un sistema para que tuviera que trabajar por su comida. Los investigadores también encontraron casos en los que los acertijos de comida aliviaron fobias, agresividad, orinar fuera de su caja y una serie de síntomas de depresión y ansiedad. En muchos casos, los desafíos para conseguir comida también se relacionaron con una mejora del sueño y un aumento de las ganas de jugar.
Los investigadores creen que los gatos tienen como instinto natural el trabajar por su comida. Para los gatos de interior, privados de la oportunidad de cazar, con frecuencia ese instinto se mantiene insatisfecho. Los autores sugieren que los «rompecabezas para gatos» –por ejemplo, juguetes que pueden empujar o hacer rodar para acceder a su alimento– estimulan y satisfacen el deseo natural de los gatos de cazar o buscar su comida. Los juguetes también mantienen a los gatos activos, ayudándoles a mantener un peso más saludable.
Hay una serie de rompecabezas diferentes, y los investigadores notan que sus estilos funcionan de diferente manera dependiendo del gato. Algunos se pueden hacer en casa, usando cartones de huevos y botellas plásticas, mientras otros son más elaborados. Por ejemplo, alguien creó ratones de juguete para que los felinos «cacen» y consigan su comida con un poco de esfuerzo. Otra persona construyó un sofisticado sistema-acertijo de alimentación para que su gato no sólo coma, sino que también se sienta satisfecho consigo mismo.
Fuente, mental_floss
El Ciudadano