Una nueva técnica ha revelado que los orangutanes dependen de la leche de sus madres por más tiempo que cualquier otro primate –y probablemente mamífero. Estas crías pueden estar mamando hasta los ocho o nueve años. El método utilizado para demostrar esto podría decirnos mucho acerca de cómo criaban nuestros antepasados.
Pocos animales producen nueva descendencia antes del destete de los hermanos mayores, por lo que la edad de destete es un indicador importante de la tasa de reproducción. Sin embargo, para especies evasivas como los orangutanes, no es tan fácil averiguar cuándo ocurre el destete en estado salvaje. Un artículo de Science Advances señala que «el comportamiento de la alimentación materna es difícil de estudiar en los primates arbóreos, particularmente cuando los descendientes succionan discretamente en los nidos».
La primera autora, Tanya Smith, de la Universidad de Griffith, demostró previamente que el consumo de leche deja un residuo en los dientes, distinguiendo la contribución de la leche a la dieta a medida que se formaban los dientes. En el nuevo artículo, la doctora aplica esta técnica a los dientes que permanecen en los museos desde el tiempo en que los orangutanes todavía eran asesinados para exhibición.
Además de mostrar que los orangutanes de Borneo todavía estaban bebiendo la leche de su madre hasta los ocho años de edad, y que los de Sumatra llegaban hasta los nueve, el trabajo de Smith reveló que la ingesta de alimentos sigue ciclos estacionales.
Los orangutanes se alimentan casi exclusivamente de leche durante el primer año de vida. Después de esto su consumo de alimentos varía, viviendo de la fruta cuando es abundante, pero sobreviviendo con la leche de su madre cuando otros alimentos eran escasos. Los autores sugieren que esto se debe a que los orangutanes infantiles carecen de las reservas de grasa para sobrevivir en períodos de escasez, por lo que acceden a ellas de forma indirecta, a través de la madre. Sin embargo, los aumentos en el consumo de leche se asociaron con períodos de pérdida de peso.
El trabajo de Smith se basa en los niveles de bario. El bario comparte con el calcio las vías de transporte en el organismo, por lo tanto cuando las madres lactantes se nutren de calcio para alimentar a sus crías, la leche también concentra bario, dejando un rastro duradero en los dientes de los orangutanes jóvenes.
Smith dijo a IFLScience que su técnica es más difícil de aplicar en especies cuyos dientes se desarrollan con mayor rapidez, pero para los primates, y particularmente los simios, debería ser ampliamente aplicable. Aunque los dientes de los primeros fósiles humanos son difíciles de acceder, su trabajo ofrece una posible oportunidad para trazar la historia de la lactancia materna a través de la evolución humana. La científica también está interesada en estudiar a los orangutanes ancestrales que recorrían gran parte de Asia, para ver si otros ambientes les proporcionaban recursos alimentarios más confiables.
Smith dijo que su trabajo también podría ayudar a evaluar cuándo los orangutanes huérfanos están listos para ser liberados en la naturaleza. Ella espera que el estudio principalmente destaque cuán vulnerables son estos animales, puesto que no se pueden reemplazar rápidamente.
Por IFLScience
El Ciudadano