La astrónoma chilena de 25 años, Maritza Soto, cumplió el sueño de muchos astrónomos y de muchos admiradores del sistema y el universo del misterio que encierra lo que no podemos alcanzar, cuando a través de una investigación llegó a descubrir un planeta 3 veces más grande que Júpiter.
Maritza Soto Vásquez, es estudiante del doctorado en Ciencias mención Astronomía de la U. de Chile y a sus 25 años: descubrió un planeta que orbita una estrella más grande que el Sol a 293 años luz de distancia de la Tierra.
Según la científica, otros investigadores habían descartado la posibilidad de que existieran cuerpos celestes en un grupo de gigantes rojas. «Nosotros decidimos investigar este set de 5 estrellas para confirmar si había un planeta al rededor, y entre una de todas estas estaba la HD 110014«.
Según su relato, todo fue casualidad. Estudiando los datos del sistema HD 110014, una estrella gigante roja dos veces más grande que el Sol, y del que se sabía que tenía un planeta orbitando, conocido como HD110014 b, Martiza descubrió que el sistema tenía otro planeta.
Los planetas que giran alrededor de una estrella provocan que ésta se mueva. Y Martiza estudiaba este movimiento. “Encontramos que había una señal más débil y que no era del planeta ya descubierto. Analizamos datos, medimos con espectógrafos y limpiamos las interferencias que pudieran existir en los registros. Teníamos que descartar que fuera actividad de la misma estrella. Al final, probamos que había otro planeta más en este sistema: el HD110014c. Mi planeta”, señala emocionada.
El planeta de la joven astrónoma tiene tres veces la masa de Júpiter, casi mil veces la masa de la Tierra y demora 130 días en dar la vuelta a su estrella. “Está más cerca de su estrella que nosotros del Sol. Imagina un planeta que es tres veces Júpiter y está en el lugar de Venus orbitando su estrella”, dice.
No hay muchas estrellas gigantes rojas con planetas. Se cree que en su proceso de expansión se tragan a los que tienen más cerca. Solo uno de cada cinco planetas descubiertos giran alrededor de estas estrellas.
La joven, dice que cuando probaron la existencia del planeta estaba contenta y emocionada “Pensaba, es mi planeta. Yo lo descubrí… pero mayor fue la alegría cuando aceptaron el paper. Eso valida el descubrimiento”.
La investigación ya fue publicada en un artículo de la revista de la Real Sociedad Astronómica de Londres.
Fuente: Agencias