De acuerdo a la entrevista que le realizó la Asociación Americana de Psicología (APA), el psicólogo estadounidense, Tim Kasser, destacó que ser materialista es tener valores que ponen relativamente en alta prioridad el tener muchas posesiones y hacer mucho dinero, además de preocuparse de tener una buena imagen social y a la vez ser popular, todo esto siempre expresado desde la cuantificación de posesiones tangibles.
Por otro lado, la investigación de Kasser demostró dos conjuntos de factores que llevan a las personas a tener valores materialistas. “En primer lugar, las personas son más materialistas cuando están expuestas a los mensajes que sugieren que esas actividades son importantes. En segundo lugar, la gente es más materialista cuando se sienten inseguros o amenazados”, destacó.
El materialismo también aumenta de acuerdo al uso de las redes sociales, la causa sería que las páginas tienen un alto nivel de contenido publicitario, con el fin de generar más ganancias. La publicidad, tiene un alto contenido que hace alusión al consumo y a estereotipos tanto en hombres, como en mujeres.
La salud de las personas también se ve afectada por el materialismo según un meta-análisis desarrollado por Tim Kasser, ya que contra más altos niveles de este tipo de conducta, más se presentaban padecimientos como dolores de cabeza y estómago, además de sentir menos emociones agradables y un poca satisfacción en la vida.
Como una posible explicación, el investigador señaló, “las personas que anteponen el materialismo sobre su bienestar, tienen mayores necesidades psicológicas. En concreto, los valores materialistas están asociados con vivir una vida que hace un mal trabajo a la hora de satisfacer las necesidades psicológicas de sentirse libre, competente y conectado con los demás. Las personas reportan niveles más bajos de bienestar y felicidad y experimentan más angustia cuando sus necesidades de bienestar no son satisfechas”.
Finalmente, en la entrevista realizada, fue una interrogante saber si el materialismo tenía alguna característica positiva, a lo que el psicólogo respondió que no, al menos no para la salud mental y física de las personas. Pero sí para las grandes empresas que año a año, aumentan las arcas de dinero haciendo que las personas compren para –curiosamente-, ser más infelices.
Por Francisca Arriagada.
El Ciudadano