Una revista británica de la Academia de las Ciencias publicó que los neandertales superaron las bajas temperaturas de la época, debido a la fealdad de su rostro pudieron adaptarse mejor a su entorno.
Según los investigadores que dieron a conocer su artículo mediante la revista británica Proceedings of the Royal Society B, expresaron que una especie homínida vivió en la zona de Euroasia hace 200 mil años y fue contemporánea con el Homo Sapiens.
Stephen Wroe, investigador y de la Universidad australiana de Nueva Inglaterra, recreó con su equipo modelos 3D de las caras de los neandertales para compararlas con ejemplos de humanos modernos y de otra especie del mismo árbol genealógico: el Homo heidelbergensis.
El experto señaló que los hallazgos mostraron que los conductos nasales de los neanderthalensis eran más anchos que otras poblaciones, cuyo rasgo les permitía calentar el aire frío.
Asimismo, destacó que estos hombres a través de su nariz también provocaban una turbo respiración para inspirar grandes bostezos en momentos que hacía uso de la fuerza física para la caza de animales mamíferos (mamuts) o para perder calorías y mantenerse caliente.
Wroe explicó que los neandertales poseían dos veces más, la capacidad de trasladar aire de manera efectiva mediante sus pulmones que los seres humanos contemporáneos.
La cara del hombre neandertal ha sido considerada por los cánones actuales, como antiestética o fea por tener gran nariz, unas cejas superpobladas, la mandíbula prominente y el rostro alargado.
La motivación de la investigación tuvo lugar a conocer no solo la cara sino que responder y comprobar tres hipótesis como la habilidad de morder más efectiva, un acondicionamiento específico para soportar el aire frío o caliente y una mayor capacidad respiratoria.
Hombres compasivos
Otro estudio, publicado en la revista World Archaeology de la Universidad de Nueva York, mostró que estos hombres eran bestias desalmadas, brutales e indiferentes.
Sin embargo, eran compasivo y preocupados por los demás miembros de su clan; a los que atendían atentamente y con afecto cuando sufrían enfermedad o lesiones de gravedad.
Los cuidados médicos ofrecidos eran “eficientes y altamente efectivos”, suficientes para alargar la vida de individuos “que ya no eran útiles al grupo”. “Nuestros hallazgos sugieren que los neandertales no pensaron en términos egoístas. Simplemente respondieron a sus sentimientos acerca de ver que sus seres queridos sufrían“, apunta la profesora Penny Spikins, investigadora.