Por estos días, los gatos pasan mucho de su tiempo siendo estrellas de YouTube, pero antes de que Internet estuviera llena de ellos, estos adorables e indiferentes felinos tenían una serie de otras ocupaciones que los hacían ser una útil compañía para los humanos. Como resultado de esto, históricamente los hemos traído con nosotros en nuestros viajes empíricos, permitiéndoles expandir sus territorios a través del Globo. Ahora, un nuevo estudio de ADN ha intentado volver a recorrer en largo viaje del gato doméstico con el fin de determinar su origen y su historia de dispersión.
El equipo investigador presentó su trabajo en último Simposio Internacional de Arqueología Biomolecular, en Oxford, y explicó cómo secuenció el ADN mitocondrial de 209 gatos encontrados en sitios arqueológicos en Europa África y Medio oriente. Los más antiguos de estos sitios tienen una data aproximada de 15.000 años, poco tiempo antes de la revolución de la agricultura, mientras el más reciente data del siglo XVIII.
Los resultados del estudio, publicado en Nature, indicaron que los gatos se esparcieron por el mundo en dos oleadas. La primera tiene sus raíces en el este del Mediterráneo, cerca de la llamada Creciente Fértil, donde la especie humana hizo la transición desde cazadora-recolectora a agricultora. De acuerdo a los investigadores, es probable que estos agricultores tempranos se dieran cuenta de los beneficios de tener gatos cerca, con el fin de deshacerse de roedores que se alimentaban del grano. Es probable que los humanos hayan empezado a domesticar a estos gatos y los hayan trasladado con ellos a medida que se expandían por la región.
El segundo linaje genético fue encontrado en gatos que habitaron gran parte de Eurasia y África varios milenios más tarde, apareciendo primero en Egipto alrededor de 2.500 años atrás. Es bien sabido que los gatos jugaron un rol muy importante en la cultura y mitología del Antiguo Egipto y es probable que estos felinos faraones hayan sido los progenitores de muchos de los gatos domésticos modernos. Los autores del estudio incluso reportan que ese mismo ADN mitocondrial se encontró más tarde en un gato enterrado en un sitio vikingo en Alemania, lo que indica cuán entrelazada está la historia de los humanos con los gatos.
Los investigadores afirman que es probable que los gatos comenzaran acompañando a los humanos en sus viajes por el mundo, cuando los navegantes los reclutaron como controladores de plagas en sus barcos, lo que explicaría por qué siempre hay gatos domésticos en casi todos los lugares en que la gente vive hoy en día.
Por Ben Taub, IFLS
Trad, CCV, El Ciudadano