El alcohol ha sido reconocido por mucho tiempo como una sustancia carcinogénica, pero no ha sido fácil llegar a saber qué tipos de cáncer puede provocar específicamente. Ahora, un estudio logró dar con siete tipos específicos de la enfermedad relacionados con el alcohol.
Una investigadora de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, pudo rastrear una gran cantidad de estudios pre existentes relativos al alcohol y el cáncer, esperando identificar sus efectos nefastos por medio del descarte de otros factores. En una columna publicada en la revista Addiction, Jennie Connor señala que varias líneas de investigación han apuntado a que son siete los tipos de cáncer asociados al alcohol; incluso en casos de consumo moderado. Los diferentes tipos son hígado, boca y garganta, laringe, esófago, colon, intestino y mamas.
Aunque el alcohol no es la única causa de estos cánceres, parece ser acertado decir que sí es una de ellas. De hecho, la autora hace notar que los cánceres atribuibles al alcohol en estos órganos constituyen hasta un 5,8% de las muertes por esta enfermedad a nivel mundial. Esto significa que, por ejemplo en 2012, alrededor de medio millón de personas murieron de algún cáncer inducido por el alcohol.
La conclusión se basa en una década de investigación realizada por el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, la Organización Mundial de la Salud y otros grupos de renombre. Aunque no se puede afirma definitivamente, el consumo de alcohol también se ha asociado al cáncer de piel próstata y páncreas.
«Los riesgos más altos están asociados con el consumo excesivo, pero también hay una carga considerable en los casos de consumo moderado y bajo», señaló Jennie Connor a Guardian.
Este estudio destaca que, cuando se trata del alcohol, no hay un «límite seguro» y que varias organizaciones médicas alrededor del mundo están empezando a transmitir esto al público con mayor frecuencia.
El cáncer se presenta en más de 200 formas, y todas son provocadas por una variedad de factores, algunos más influyentes que otros. El mensaje de varios estudios y de este en particular, es que muchas de estas formas de cáncer son evitables, especialmente cuando se trata de tomar y fumar. Una revisión sugirió que hasta un 90% de las muertes por cáncer relacionadas con el cigarrillo son perfectamente prevenibles.
De hecho, este estudio sugiere que las personas que fumaban o bebían con frecuencia, que llevaron una vida sedentaria y tenían sobrepeso, estaban en riesgo considerable de desarrollar cualquier tipo de cáncer, excepto de piel, de cerebro, linfático, a la sangre y las variantes no mortales de próstata. Al no fumar, casi nunca beber alcohol y mantenerse activo y con un peso normal, el número de nuevos diagnósticos de cáncer (sólo en EEUU) se reducía hasta en un 70%.
Los tratamientos contra el cáncer están probando ser más efectivos cada año, pero como recalcan los estudios, la prevención debería considerarse una prioridad.
Por IFLScience
El Ciudadano