Los hombres holandeses y las mujeres letonas son las personas más altas del mundo y hay varias teorías que intentan explicar por qué. Una de ellas está presente en un nuevo estudio realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, la que revela que la población Neandertal puede haber influido en eso, informa IFLScience.
Los Homo neanderthalensis, nuestros parientes ancestrales, que murieron repentinamente alrededor de 42 mil años atrás, se mezclaron con los Homo sapiens. De esta interacción sexual derivó un intercambio genético que dejó a una buena parte de la población mundial con una herencia Neandertal significativa que se manifiesta en varias características.
En un artículo publicado en la revista Cell, un equipo de genetistas investigó si algunos de estos genes se mantenían inactivos o si estaban jugando un rol en la evolución y la biología contemporánea. Estos genes afectan la forma en que otros genes se expresan o comportan, y esto ocurre de manera tan frecuente que influyen en rasgos como la resistencia a las enfermedades y la estatura.
«Incluso 50 mil años después de los últimos apareamientos entre humanos y Neandertal, aún podemos ver impactos medibles en la expresión genética», dice Joshua Akey, coautor del estudio, en un comunicado.
Aunque no es tan complicado descubrir cuánto del genoma humano es de origen Neandertal, aislar genes individuales y ligarlos a rasgos físicos o a comportamientos, sí es algo muy difícil de realizar, independiente de cuál sea su origen.
Con el fin de resolver este problema, los autores del estudio trabajaron con personas específicas; aquellos que llevan una parte humana y una Neandertal, en genes compuestos de alelos heredados de cada uno de los progenitores. De esta forma, pudieron comparar directamente cómo se expresan estos alelos «cara a cara».
Los investigadores encontraron que en un 25% de todas las comparaciones, los alelos de los Neandertal se expresaban de una forma diferentes que sus equivalentes humanos. Esto sugiere que en un cuarto de las incidencias, los genes Neandertal impactan directamente en los rasgos biológicos de las personas que los llevan.
Por ejemplo, el alelo neandertal del gen ADAMTSL3 disminuye el riesgo de esquizofrenia en cualquier humano que lo tenga. Este alelo también parece influir, hasta cierto punto, en la estatura.
Otro alelo, el CEP72, incide en la propensión a sufrir fibrosis quística, mientras el INTS12 se relaciona con el nivel de eficiencia en que la sangre fluye a través de los pulmones, en el caso de los fumadores.
«La hibridación no es algo que ocurrió solo 50 mil años atrás y de lo que no debemos preocuparnos más», explica Akey. «Esas pequeñas parte genpeticas, nuestras reliquias neandertales, están influyendo en la expresión genética de maneras ubicuas y significativas», agrega el científico.
De manera similar, los autores están preparándose para investigar si otros ancestros prehistóricos, los Denisovanos, han dejado su marca debido a su cruce con los humanos, y si esto se manifiesta también en la expresión genética.
El Ciudadano