Un nuevo descubrimiento de importancia mundial vuelve a impresionar con el fósil de una hembra de ictiosaurio con cinco embriones de gran tamaño en su interior. El hallazgo fue realizado en enero de 2017 por la doctora en Paleontología, Judith Pardo, de la Universidad de Magallanes, en su última expedición al glaciar Tyndall.
Son más de 50 fósiles en óptimas condiciones de conservación, de reptiles marinos que vivieron hace 245 millones de años. El glaciar Tyndall, del Parque Nacional Torres del Paine, se ha convertido en el yacimiento paleontológico más importantes del mundo en lo que refiere al periodo Cretácico (hace 145 a 65,5 millones de años), informa Conicyt Explora.
En una caminata de casi 30 kilómetros hacia la formación Zapata, en condiciones climáticas y geográficas extremas, la investigadora y su equipo encontraron cinco nuevos fósiles; entre ellos, el de una ictiosaurio que al momento de morir se encontraba en trabajo de parto de cinco crías. Una de ellas comenzaba a salir del útero y todas tenían los cráneos completos y sus dentaduras hasta con esmalte dental.
Este es el segundo hallazgo mundial correspondiente al periodo Cretácico. Hace 245 millones de años, las Torres del Paine no eran lo que son hoy, sino que estaban bajo el mar, formando una cuenca donde prosperaba la vida de estos enormes animales.
La importancia de este descubrimiento ofrece mayores conocimientos sobre la evolución de las especies marinas prehistóricas. Ahora se puede inferir que las crías nacían de cola y que estaban maduras para alimentarse de manera autónoma, como cuenta la autora de la investigación.
Judith Pardo, quien realiza sus estudios de postdoctorado como investigadora en el Museo de Historia Natural de Stuttgart, Alemania, trabaja para encontrar el eslabón perdido y comprender el origen de estos animales. Algunos de sus trabajos se han publicado en la revista Bulletin of the Geological Society of America.
«La teoría actual es que los ictiosaurios evolucionaron por alguna razón desde la tierra al mar, en el periodo Triásico, debido a cambios en el ecosistema y la escasez de alimento en suelo firme. Está comprobado que hubo una extinción masiva en esa época de animales terrestres (…) Pero no se sabe aún el real origen de esta transición. En el 2014 la revista Nature, publicó el hallazgo en China de un anfibio (Cartorhynchus lenticarpus) que podría ser el eslabón perdido, que con 248 millones de años de edad es un poco más antiguo que los primeros ictiosaurios», cuenta la paleontóloga a Conicyt Explora, en una entrevista.
El Ciudadano