Puede que no le hayáis prestado mucha atención a ese cilindro recubierto de plástico que suele estar presente en muchos de los cables de alimentación y conexión que usamos en nuestros dispositivos electrónicos. No es, desde luego, un «peso muerto» para sostener el cable en una u otra posición, y su propósito es mucho más interesante.
Se trata del núcleo o filtro de ferrita, un objeto que está construido a partir de ferrita -un material magnético- y se comporta como filtrar corrientes parásitas que pasan a través de un conductor eléctrico. La idea es eliminar el flujo de frecuencias específicas que hagan que la eficiencia del cable sea la máxima posible.
La corriente eléctrica produce una fuerza electromotriz y los cables la transfieren al exterior en forma de ruido, que puede distorsionar o interferir con otros dispositivos electrónicos tales como el sonido de las radios. También se malgasta energía eléctrica en forma de radiación, que reduce la energía sumistrada y hace que por ejemplo las baterías tarden más en cargarse de lo que deberían.
Estos núcleos de ferrita tienen la capacidad de ofrecer una gran oposición al paso y propagación externa de ciertas frecuencias de corrientes alternas que circulan por los cables. En electrónica los núcleos de ferrita son uno de los elementos pasivos más eficaces, sencillos y baratos de producir, y gracias a su utilización la eficiencia de estos cables es mucho más alta.
via Xataka