En Estados Unidos la policía no podrá acceder a la información de los teléfonos celulares sin que exista una orden de registro según la sentencia emitida por la Corte Suprema de ese país.
Las listas de llamadas, datos de ubicación, fotografías y mensajes no podrán ser revisados sin que un juez emita una orden que deberá ser justificada por los investigadores.
El fallo del máximo tribunal norteamericano es catalogado por los defensores de los derechos civiles, como un gran avance en términos de protección de la privacidad en la época de la tecnología digital.
En el caso Carpenter contra los Estados Unidos, se dictaminó que la policía cometió una violación de privacidad al confiscar datos de un proveedor de telefonía celular que ayudó a condenar a Timothy Carpenter por robos a mano armada en Michigan y Ohio.
Carpenter fue sentenciado a 116 años de prisión.
Los abogados argumentaron la cuarta enmienda contra el uso de los registros e incautaciones, pues habían sido viololatorias cuando la policía confiscó una lista de todas las comunicaciones. Los funcionarios policiales registraron datos de llamadas (127 días anteriores a los delitos).
Los defensores de Carpenter y de los derechos civiles, catalogaron la violación de privacidad más grave en una generación, por esta razón aplauden el fallo de la Corte Suprema.