Por Gerardo Sifuentes
El promedio de vida de un pollo en la sociedad industrializada es de alrededor de 33 a 81 días. Pero durante la Edad de Hierro, en el año 1200 a.C, entre las culturas sajona y romana en la isla de Gran Bretaña, estas aves llegaban a vivir tres o cuatro años; lo que quizá se deba al cuidado que se les dispensaba como animales sagrados.
La anterior teoría se sustenta en una investigación realizada por la Universidad de Exeter, en la que emplearon un método para calcular la edad de las aves, mediante el análisis del llamado espolón tarsometatarsiano, que se desarrolla en la pata de los gallos adultos.
El nuevo método se probó primero en aves modernas y de edad conocida, para luego aplicarse en especímenes antiguos y comparar resultados. Esto permitió reconstruir aspectos de la demografía de las aves domésticas desde la antigüedad para poder encontrar cambios en las relaciones entre humanos y estos animales.
Más gallos que gallinas
Los investigadores también tomaron medidas de 1,366 huesos de patas de aves domésticas de sitios británicos que datan de la Edad del Hierro, hasta el período moderno para reconstruir la edad en que murieron y su sexo. Los resultados hacen pensar que durante aquellas épocas hubo significativamente más gallos que gallinas, probablemente debido a la popularidad de las peleas de gallos en este período. De otra selección de huesos, más de la mitad resultaron ser de pollos de más de dos años y alrededor de un cuarto de estos tenían más de tres años.
«Las aves domésticas se introdujeron en la Edad del Hierro y probablemente tenían un estatus especial, donde se las consideraba sagradas en lugar de comida. La mayoría de los huesos de pollo no muestran evidencia de carnicería, y fueron enterrados como esqueletos completos en lugar de con otros desperdicios de comida»
Dr. Sean Doherty (dirigió el estudio)
Universidad de Exeter
Análisis óseos
Los expertos llevaron a cabo análisis en huesos de patas modernas de aves domésticas y gallos salvajes de edad y sexo conocidos. Esto reveló que el espolón óseo solo se desarrolla en aves de más edad. De los gallos menores de 1 año que tuvieron en el análisis, solo 20% habían desarrollado un espolón. La única edad en la que todos los gallos tenían espolón fue en los mayores de 6 años.
En el estudio se concluye que dado que los gallos alcanzan la madurez sexual alrededor de los 4 meses de edad, el mantenimiento de un gran número de gallos de edad avanzada en enterramientos “no puede interpretarse en términos puramente económicos, sino que revela costumbres y preferencias culturales”.
Las revelaciones
El análisis de los restos de aves de corral pueden revelar cambios en los distintos periodos históricos. Durante la Alta Edad Media (siglos XII-XV d.C.), y en el período Moderno Temprano (siglos XVI-XVIII d.C.) se documentó zooarqueológicamente un cambio en la edad de los restos de pollos; con una proporción creciente de huesos juveniles observados en numerosos sitios. En estos, los gallos con espolones representan el 37% en la Alta Edad Media y el 58% en la Edad Moderna. Tales cambios, mencionan en el estudio, son evidencia del cambio en la estrategia de cría, con un énfasis creciente en la producción de carne en lugar de huevos.
Sin embargo, la alta proporción de gallos también puede reflejar la popularidad generalizada de las peleas de estos animales antes del siglo XIX.
El estudio “Estimación de la edad de aves domésticas (Gallus gallus domesticus L.1758) mediante el desarrollo de los espolones” fue publicado en la revista International Journal of Osteoarchaeology.