La última inversión del campo magnético de la Tierra, que se produjo hace casi 780.000 años, tardó 22.000 años en completarse, mucho más de lo que se creía hasta ahora, revela un nuevo estudio.
Un grupo de científicos de la Universidad de Wisconsin-Madison, Estados Unidos, reveló que campo magnético de la Tierra se volvió completamente loco hace 800 mil millones de años, cuando ocurrió un proceso llamado «Inversión magnética de Brunhes-Matuyama».
Según esta nueva teoría, la Tierra tomó mucho más tiempo de lo que se pensaba anteriormente y se cree que el campo comenzó a colapsar hace aproximadamente 795.000 años.
Para demostrarlo, los investigadores analizaron rocas volcánicas antiguas, pues el campo magnético de la Tierra se genera precisamente dentro del núcleo de hierro del planeta.
En un estudio publicado en Science Advances, un equipo dirigido por Brad Singer, de la Universidad de Wisconsin-Madison, detalla que se analizaron los flujos de lava para rastrear la última reversión importante y averiguar cuánto tiempo tardó.
De acuerdo con los expertos, la reversión Brunhes-Matuyama fue un evento geológico, que ocurrió hace aproximadamente 800.000 años, cuando el campo magnético terrestre hizo la última inversión magnética. La inversión duró varios milenios.
Su duración aparente en cualquier sitio particular varia de 1.200 a 10.000 años, dependiendo de la latitud geomagnética y de los efectos locales de los componentes del campo terrestre durante la transición. Este evento es útil para datar muestras de sedimentos oceánicos y en vulcanismo eruptivo.
Tomando en cuenta lo antes expuesto, los científicos afirman que la última inversión completa del campo magnético tuvo lugar hace unos 780.000 años y también estuvo muy cerca de revertirse hace 42.000 años.
El hallazgo
Debido a que los flujos de lava actúan como una cápsula del tiempo del planeta, proporcionando información sobre la posición del campo magnético de la Tierra en el punto en que se solidifica, los científicos los observaron y combianron con datos de sedimentos marinos de la Antártida para crear una imagen de lo que estaba sucediendo en la Tierra durante la inversión de Matuyama-Brunhes.
Los resultados mostraron que el campo magnético comenzó a colapsar hace aproximadamente 795.000 años y se volvió inestable y hubo dos reversiones parciales en el transcurso de 18.000 años, antes de una reversión completa que tardó aproximadamente 4.000 años en completarse.
Singer dijo a Newsweek que la reversión de Matuyama-Brunhes es la «culminación de procesos que comenzaron en la dinamo del núcleo externo unos 22.000 años antes».
«Los 22,000 años entre el inicio de la inestabilidad en la dinamo del núcleo externo no fueron una sorpresa. Sin embargo, la complejidad del registro entre hace aproximadamente 795,000 y 773,000 años es sorprendente. El proceso de reversión es más prolongado y más complejo, de lo que se imaginaba anteriormente”, explica el experto.
Una nueva reversión
Los últimos estudios apuntan a que el campo magnético de la Tierra podría estar a punto de iniciar un proceso de reversión, pues en este momento el campo se está debilitando, disminuyendo su fuerza en aproximadamente un 10 por ciento en los últimos 200 años.
Según Singer, el campo se reduciría a aproximadamente el 10 por ciento de lo que es hoy. Por tanto, se planea observar los tiempos de otras reversiones y excursiones registradas en rocas volcánicas.
Acerca de este descubrimiento, James Channell, de la Universidad de Florida, que no participó en el estudio, dijo que era un «documento importante» debido a los datos volcánicos que agrega a los registros actuales sobre la reversión de la Tierra.
Dijo que si bien está de acuerdo con la inestabilidad en el campo magnético reportado, cuestiona los rangos de edad que proponen porque los registros volcánicos no se combinan muy bien con los de los sedimentos.
El gran enigma
La inversión de la polaridad del campo magnético de la Tierra cada 10 años se encuentra entre los fenómenos geofísicos de mayor alcance, pero sigue siendo un evento enigmático para los científicos.
La corta duración de las reversiones hace que los registros temporales precisos del comportamiento pasado del campo magnético sean primordiales para comprender los procesos que los producen.
La importancia del estudio radica en que para comprender los procesos en el núcleo que impulsan las reversiones y predecir cómo respondería el sistema de la Tierra a una reversión futura, es fundamental trazar una descripción detallada del campo geomagnético global que ocurre durante la transición entre una vida relativamente estable y de larga duración.
Sin embargo, los cientpificos señalan que a pesar de décadas de estudio, la estructura geométrica, el tiempo y la duración de las reversiones siguen siendo enigmáticas, principalmente porque son fenómenos de corta duración y, por lo tanto, las grabaciones de alta resolución son escasas y difíciles de fechar.
En ese contexto, la inversión de Matuyama-Brunhes es la más estudiada porque se ha identificado en docenas de núcleos de sedimentos marinos, sucesiones sedimentarias expuestas y algunas secuencias de flujo de lava.
Además, los expertos destacan que la inversión de MB es una clave importante del marcador temporal global para definir el límite del Pleistoceno medio-bajo y, por lo tanto, para correlacionar entre los registros asociados con el cambio profundo de la dinámica climática global en un estado dominado por 100 ka (ka = mil años) oscilaciones.
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