Marte puede parecer un paisaje aburrido y seco, pero hace poco se descubrió que su atmósfera también puede producir violentos e inesperados episodios de clima nevado, especialmente al caer la noche.
La atmósfera de Marte es fría y delgada, y a pesar de la limitada cantidad de vapor de agua que hay en ella (en comparación con la Tierra), se pueden formar nubes de agua helada.
Cuando el Sol se pone y bajan las temperaturas, Marte experimenta intensas tormentas de nieve generadas por fuertes ráfagas de viento. Así lo señala un estudio que revela que todavía hay cosas por descubrir sobre el Planeta Rojo, informa Science Alert.
Dirigido por el científico planetario Aymeric Spiga, de la Universidad Pierre y Marie Curie en Francia, y publicado en Nature Geoscience, el estudio da una nueva visión sobre los patrones meteorológicos en Marte, los que un día podrían ayudar a los futuros colonos en el planeta.
«Es la primera vez que alguien demuestra que actualmente se producen tormentas de nieve, o microburbujas de hielo de agua, en Marte», dijo Spiga a New Scientist. «Usamos modelos de escala detallada y mucho más sofisticados que antes, los que nos permiten reinterpretar mediciones que planteaban misterios», agrega.
Los datos obtenidos por el Phoenix Lander de la NASA en 2008, que detectaron evidencias de posibles nevadas en el hielo de agua del suelo marciano, nunca habían podido explicarse con certeza.
Pero ahora, las lecturas del Phoenix junto a las observaciones de Mars Global Surveyor y Mars Reconnaissance Orbiter, permitieron al equipo calcular que las nevadas de Marte no sólo ocurren lenta y gradualmente, sino también que el Planeta Rojo experimenta frenéticas tormentas de nieve que arrojan pequeños trozos de hielo a la superficie marciana.
El equipo calcula que las temperaturas en las nubes heladas se desploman con rapidez –hasta 4°C por hora– por causa del enfriamiento radiativo (en que el calor escaparía rápidamente de la atmósfera marciana).
Con el aire caliente que se eleva desde la superficie, combinado con masas de aire más frías que descienden desde arriba, vientos fuertes de hasta 10 metros por segundo terminan llevando la nieve hacia abajo de manera repentina; un fenómeno llamado microburbujas.
Estas mini ventiscas pueden ser intensas en comparación con lo que los científicos habrían observado, pero en estas tormentas localizadas, el volumen real de nieve seguiría siendo relativamente escaso. Los investigadores creen que crearía una generosa capa de escarcha sobre la superficie marciana.
Ante la interrogante de por qué los científicos descubrieron estas tormentas de nieve recién ahora, Spiga dice que es porque su equipo combinó tres tipos de estimaciones diferentes para revelar el fenómeno: datos climáticos a gran escala, modelos de turbulencia aérea y predicciones meteorológicas localizadas.
El Ciudadano