En muchas escuelas de la región se ha ordenado una revisión del uso de teléfonos en las escuelas. Esta revisión consideraría los riesgos y beneficios de las redes sociales durante el tiempo en clase. La revisión finalmente decidirá si se prohíben los teléfonos celulares en las escuelas o no.
Los padres y maestros sienten mucha preocupación sobre el acoso cibernético y las brechas de seguridad que pueden surgir por el uso desproporcionado de los teléfonos en la escuela. Pero ¿los beneficios de usar un teléfono en la escuela superan los riesgos?
Sí, los teléfonos son adictivos, distraen y provocan ansiedad. Los teléfonos se usan con gran facilidad para evitar la comunicación frontal. También, las aplicaciones y los mensajes provocan la liberación de dopamina, creando adicción. Además, la presencia del teléfono consume la atención, incluso cuando no se controla. Finalmente, los teléfonos han llevado a una disminución en la capacidad de las personas para hacer frente a la incertidumbre. El uso de los teléfonos está relacionado con el virus actual de ansiedad y depresión.
Las aplicaciones son herramientas de aprendizaje útiles. A pesar de las muchas prohibiciones, los estudiantes seguirán aprendiendo a través de sus teléfonos fuera de la escuela. Si los estudiantes quieren investigar, hacer comentarios, recopilar datos, grabar, componer, crear o comunicarse con otras personas, dentro y fuera de la escuela, entonces es ideal usar aplicaciones.Deberíamos adoptar la alfabetización digital.
No deberíamos prohibir los teléfonos en las escuelas porque es importante educar a los niños para que vivan bien en la era en la que crecen. Una buena educación es saber cómo usar la tecnología para comunicarse, aprender y trabajar con ideas en un mundo cambiante.
La alfabetización digital es un aspecto crítico de la escolaridad de los jóvenes y juega un papel importante en el apoyo del aprendizaje. Los teléfonos crean un vínculo entre los estudiantes y sus padres, lo que aumenta la garantía de seguridad.
En cuanto a cuestiones de salud, las aplicaciones médicas que tenemos en nuestros teléfonos pueden mejorar el seguimiento de problemas de salud, como el control de la diabetes.
Los teléfonos son vías de comunicación y de apoyo para los jóvenes. Todas las escuelas deben crear políticas sobre el uso de teléfonos durante la escuela. Dado el ecosistema del mundo digital, se deben crear canales de comunicación entre la escuela, los estudiantes y los padres para la revisión de estas políticas.
Finalmente, los teléfonos móviles han servido como el principal medio de apoyo para los estudiantes que se encuentran en un estado de angustia durante su asistencia a clases. En los últimos años, se han creado líneas de apoyo ante crisis en las escuelas, con las cuales el estudiante puede establecer una comunicación real e inmediata cuando se encuentran en una situación preocupante durante la escuela. Muchos padres y maestros encuentran este recurso más accesible que alguna institución de consejería.
Nunca olvidemos que el uso racionado de cualquier herramienta tecnológica puede beneficiar al usuario. Estamos en un mundo dominado por la tecnología y debemos educarnos y a los demás para saber cómo movernos sin arriesgarnos a vernos afectados por estas herramientas.