La idea de una «ciudad inteligente» con infraestructura interconectada por software, no es nueva, pero es indudablemente algo muy avanzado. Vivir en un lugar donde los programas usen datos y evidencia, en lugar de intuición, con el fin de mejorar activamente la vida cotidiana, podría ser el sueño de muchos.
La verdad es que sí existe una ciudad inteligente completa, pero es incluso más avanzada de lo que alguien podría haber imaginado, donde los sistemas de infraestructura son manipulados sobre la marcha por un sistema de inteligencia artificial (IA). Esto suena futurista, pero es el presente y está en China.
En octubre de 2016, se informó que el gobierno de la ciudad de Hangzhou, hogar de más de 9 millones de personas, colaboró con Alibaba y Foxconn para construir el proyecto «City Brain». A partir de ese momento, la metrópolis sería dirigida (al menos en parte) por una IA que utilizaría hasta el último detalle de datos a los que tuviera acceso, publica IFLScience.
Todos los residentes fueron rastreados; su actividad en las redes sociales, sus compras, sus movimientos, sus viajes diarios: todo se cargó en la base de datos de la IA, la que luego tomó decisiones en tiempo real.
Con el tiempo se logró desarrollar una red neuronal en toda la ciudad. Todo se tomó en cuenta, desde el suministro de agua hasta el tamaño de las muchedumbres en ciertas áreas, entonces el cerebro artificial de la ciudad fue cargando su base de datos lentamente.
Como ahora informa el medio New Scientist, el proyecto ha sido aclamado como un éxito digno de destacar. Entre otros efectos, han disminuido la congestión, los accidentes de tráfico y el crimen.
City Brain no solo está conectada con las autoridades, notificándoles cuando hay una emergencia o una crisis que hay que abordar. También está conectada a todos los teléfonos móviles, informándoles sobre el tráfico de la carretera o las condiciones climáticas en tiempo real.
Además de monitorear la dinámica urbana en el aquí y ahora, la ciudad también ha utilizado meses de datos para trabajar en potenciales escenarios futuros, con el fin de hacer que las condiciones de las rutas y los viajes sean óptimas.
Al parecer el proyecto está funcionando tan bien que se piensa aplicar en otras ciudades de China. Es probable que el mercado internacional también muestre interés, aunque con variaciones en los tipos de datos que recibe, puesto que no en todas las culturas los ciudadanos estarían de acuerdo con entregar una gran cantidad de datos que pertenecen al ámbito privado.
Xian-Sheng Hua, un gerente de IA en la compañía Alibaba, dijo en la Cumbre Mundial sobre IA, hace unas semanas, que «en China la gente tiene menos preocupaciones con la privacidad, lo que nos permite avanzar más rápido».
Dejando la ética de lado por un momento, ciertamente es difícil discutir que China es un buen lugar para probar proyectos así de ambiciosos, al menos cuando se trata de tecnología.
El Ciudadano