El joven investigador Andrés Canales ofreció una interesante conferencia en la Facultad de Psicología de la Universidad Diego Portales sobre los estudios que está llevando a cabo acerca del comportamiento del cerebro en el momento inmediatamente anterior a que entre en la primera fase de sueño.
Muchos científicos durante años han estudiado y analizado cada una de las fases y los estados del sueño, desde que el cerebro comienza a relajarse hasta que llegar al sueño más profundo. La ivestigacion llevada a cabo por Andrés Canales, en cambio, estudia las transiciones de conciencia, es decir, lo que ocurre en el cerebro entre un estado y otro.
El estudio se basa, principalmente, en cubrir la cabeza del sujeto con una manta cerebral compuesta de muchos sensores que miden la actividad eléctrica del cerebro en la capa más exterior, lo que permite conocer qué ocurre en la totalidad del cerebro. Una vez colocada la manta cerebral, el sujeto debe relajarse hasta quedar casi dormido para estudiar cómo el sujeto percibe un estímulo mientras pierde la consciencia. Para ello mantienen al sujeto durante varias horas en «el limbo de somnolencia que hay entre el estado de vigilia y el primer estadio del sueño», aclara Andrés Canales.
Uno de los experimentos llevados a cabo en esta investigación se basa en la percepción consciente, es decir, en cómo varía la percepción del sujeto dependiendo de su estado de conciencia. Para ello los investigadores generaron un sonido -estímulo auditivo- al que le seguía una máscara -un ruido- y jugaron a alargar y acortar el tiempo que separaba estos dos elementos para comprobar cómo los percibía el sujeto. Así, de forma consciente, cuando el sonido y el ruido estaban muy cerca, el ruido enmascaraba el sonido y el sujeto no era capaz de distinguir el estímulo auditivo. A medida que el sujeto se relajaba y se volvía más inconsciente, en cambio, podía percibir mejor estos estímulos auditivos. Los resultados de este expermientos determinaron entonces que «cuando una persona se relaja lo que ocurre es una facilitación de la tarea«. Esto quiere decir que a medida que caemos en la inconsciencia y muchos receptores del cerebro se relajan, somos capaces de percibir mejor ciertos estímulos, en este caso, auditivos.
Otro de los experimentos que compartió Andrés Canales en la confrencia fue el realizado sobre los denominados «intrusos de conciencia» con un sujeto de 85 años que a menudo experimentaba esas intrusiones justo antes de quedarse dormido. Es común que el cerebro reciba antes de alcanzar la primera fase del sueño intrusiones perceptuales (imágenes de eventos ocurridos), intrusiones lingüísticas (palabras o frases en diferentes idiomas) o intrusiones compuestas por las dos anteriores, las conocidas como intrusiones mixtas. Durante el experimento, el sujeto con la capa cerebral puesta, se relajaba y presionaba un botón cuando experimentara algún tipo de intrusión. Estudiando los resultados los investigadores descubrieron que en los instantes inmediatamente anteriores a que el sujeto presionara el botón, la consciencia estaba en su máxima relajación, justo antes de entrar en la fase del sueño.
La investigación llevada a cabo por Andrés Canales se encuentra en la primera de muchas fases, pero el estudio de la transición que experimenta el cerebro humano entre la vigilia y el sueño resulta, según Andrés Canales, «un modelo muy útil para estudiar multiples funciones ejecutivas, como la toma de decisiones, la atención o la percepción consciente».