Investigadores han logrado despertar recuerdos que se creían perdidos en ratones con una enfermedad similar a la de Alzheimer. La técnica permitió a los investigadores reactivar las áreas del cerebro donde se almacenan los recuerdos, lo que sugiere que el Alzheimer no provoca la pérdida de los recuerdos, sino que solo detiene la capacidad de la persona para acceder a ellos.
El estudio fue publicado en Hippocampus, y se centró en dos grupos de ratones con células cerebrales genéticamente modificadas que brillan en un tono amarillo cuando se registra una nueva memoria y en rojo cuando se accede a esa misma memoria. Un grupo también fue diseñado para desarrollar una condición similar al Alzheimer, mientras que el otro actuó como control.
A ambos grupos de ratones se les realizó una prueba de memoria: se trataba de oler un aroma a limón y luego recibir una pequeña descarga eléctrica. Una semana más tarde, los ratones fueron expuestos nuevamente a la fragancia. Los ratones sanos estuvieron alerta instantáneamente, esperando ser sorprendidos con la descarga, mientras en el grupo de Alzheimer este comportamiento se observó menos de la mitad de las veces. Esto significaba que habían olvidado el vínculo entre el olor y la descarga.
La forma en que se comportaron los dos grupos de ratones estuvo de acuerdo con las observaciones realizadas a su hipocampo, una región del cerebro que registra nuevos recuerdos. En los ratones sanos, el análisis mostró que las células que brillaban en amarillo se superponían con las células que brillaban en rojo, pero no sucedió lo mismo con los ratones con Alzheimer. Las células brillando en rojo estaban en un lugar diferente, lo que sugiere que los ratones podrían tener acceso a recuerdos falsos.
La profesora Christine Denny, quien dirigió la investigación, se preguntó si los recuerdos habían desaparecido o simplemente estaban inaccesibles. Para probar esto, el equipo decidió estimular las células amarillas con luz láser, una técnica conocida como optogenética. El equipo utilizó fibra óptica para apuntar a las células correctas con precisión. Esto fue suficiente para obtener una respuesta: los ratones con Alzheimer volvieron a paralizarse ante la posibilidad de recibir una descarga cuando olieron el aroma a limón.
La investigación es un avance importante, pero no es una cura para la enfermedad. La optogenética no puede traducirse en una aplicación en humanos; al menos no todavía. Pero saber que los recuerdos no necesariamente se pierden con el Alzheimer, es una base para investigar sobre nuevas maneras de tratar la enfermedad.
La investigación reciente sugiere que el Alzheimer es causado por la acumulación en el cerebro de unas proteínas llamadas ‘placas amiloides’ y ‘marañas tau’. Es una enfermedad progresiva sufrida por casi 50 millones de personas en todo el mundo.
Vía IFLScience
El Ciudadano