Científicos rusos planean lanzar al espacio un satélite de características únicas con el fin de que sea la estrella más brillante de nuestro cielo –después del sol.
El equipo de ingenieros a cargo del proyecto de la Universidad de mecánica del Estado de Moscú está impulsando una campaña de crowdfunding en la plataforma Boomstarter.
El artilugio espacial es conocido entre sus creadores como Mayak, y ya ha logrado reunir casi dos millones de rublos. Una vez que alcance la meta para el financiamiento, planean lanzarlo al espacio a mediados de año, en un cohete Soyuz-2, con la asistencia de la agencia espacial rusa Roscosmos.
La astronave, que es vagamente del tamaño de una hogaza de pan, se despliega con la forma de una pirámide gigante y está hecha con una película de material polímero que refleja la luz solar. La idea es que su brillo sea mayor que el de cualquier otra estrella, con excepción del sol. El polímero reflector mide 16 metros cuadrados y es supuestamente 20 veces más delgado que un cabello humano, informa IFLScience.
El proyecto no tiene un fin científico más allá de reflejar la luz del sol y convertirse en un objeto de gran brillo, pero el equipo señala que se podría usar una estructura similar para sacar de órbita a satélites obsoletos.
«Queremos mostrar que la exploración espacial es algo emocionante e interesante, pero más que nada, que hoy es accesible a todo el que esté interesado», dice le líder del proyecto, Alexander Shaenko a Sputnik News.
Los ingenieros planean ubicar el satélite en una órbita sincrónica con el Sol a 600 kilómetros por sobre el suelo. Esto significa que siempre estará expuesto a la luz del Sol, siempre brillando en el cielo nocturno en diferentes lugares de la Tierra, a medida que ésta va rotando. A esta altura el satélite podrá evadir los efectos de arrastre atmosférico, por lo que fácilmente podría estar orbitando por semanas, meses o tal vez años.
Pero aún si esta propuesta funciona como lo esperan, existe el riesgo de que círculos de la comunidad científica o grupos ambientalistas reaccionen negativamente, dependiendo de cuán brillante sea. Algunos como Russia Today, sugieren que podría ser tan brillante como la Luna, aunque el sitio IFLScience lo cuestiona, estimando que podría ser el cuarto objeto más brillante del cielo después del Sol, la Luna y Venus.
Aunque si llega a ser demasiado resplandeciente, el satélite podría entorpecer la tarea de los astrónomos, quienes necesitan la pureza de los cielos al observar el Universo, libres de contaminación lumínica. «Luchamos tan duro por tener cielos oscuros en y al rededor del planeta», dice el astrónomo Nick Howes a IFLScience. «Ver que esto se podría arruinar por un ridículo proyecto mancomunado sin sentido, me hace sentir desesperación», agrega.
Gemma Lavender, astrónoma y editora de la revista All About Space, no está tan segura de los efectos negativos del proyecto Mayak: «Es improbable que cause algún problema significativo para los astrónomos, pero claro, si ocurre que se atraviesa frente a una galaxia distante justo cuando los astrónomos están tratando de observarla, provocará algún tipo de interferencia. Pero el cielo es enorme, así es que las posibilidades de que esto ocurra son bajas».
La propuesta del «satélite-estrella» no es tan diferente del plan ruso de construir un espejo espacial gigante para hacer de la noche día en algunos lugares, allá por los años 90. En ese entonces, la propuesta no encontró la aprobación que se buscaba. Habrá que ver si la suerte de Mayak es diferente.
Traducción, CCV, El Ciudadano.
Fuente, IFLScience.