Ciudad del Cabo, la segunda ciudad más importante de Sudáfrica, podría convertirse en la primera ciudad importante del mundo en quedarse sin agua, lo que podría ocurrir en menos de cien días.
La ciudad costera ha estado luchando contra las sequías durante casi tres años, los que han sido el peor periodo de su historia ambiental. Ahora, la ciudad está llegando a un punto crítico. Con poca lluvia en el horizonte, la ciudad ha ordenado a sus 3,7 millones de residentes reducir drásticamente el consumo de agua. Deben tomar duchas cortas, no lavar sus automóviles y descargar el agua de los inodoros lo menos posible. Si no cumplen con estas restricciones, todos sus grifos podrían cerrarse en abril.
«Solo quedan 95 días para llegar al Día Cero», anunció Ciudad del Cabo el 15 de enero, en un comunicado. «El Día Cero se ha corrido un día más cerca esta semana, hasta el 21 de abril de 2018… es cuando la ciudad se verá obligada a cerrar la mayoría de los grifos».
Si la ciudad no logra resolver el problema y asegurar fuentes de agua alternativas, los habitantes de Cape Town (su nombre en inglés) se verán obligados a hacer cola para una ración diaria (un máximo de 25 litros), entregada en puestos organizados por el gobierno de la ciudad.
La alcaldesa de Ciudad del Cabo, Patricia de Lille, tuiteó:
«No puedo enfatizarlo lo suficiente: todos los residentes deben ahorrar agua y usar menos de 87 litros por día… Debemos evitar el Día Cero y ahorrar agua es la única forma en que podemos hacerlo». La alcaldesa también ha decretado un cobro de sequía, para financiar nuevos proyectos para obtención de agua potable, como la construcción de plantas de desalinización.
Hay varios factores que impulsan esta crisis del agua. El comienzo de la sequía en 2015 se atribuyó en gran parte al fenómeno climático de El Niño, sin embargo, a medida que la situación empeora, los expertos ahora apuntan hacia una mala gestión de la ciudad, una creciente población urbana y el cambio climático.
La situación de Cape Town es desalentadora y lo peor es que podría convertirse en un espectáculo más común en todo el mundo, como consecuencia del cambio climático. Los científicos han estimado que África del Norte y Medio Oriente se volverán tan cálidos y secos que serán inhabitables en el futuro cercano, incluso si cada país cumple con sus objetivos para el acuerdo climático de París. Se han hecho afirmaciones similares sobre el Mediterráneo, que también sufre sequías recurrentes. Un estudio encontró que para fines de este siglo, casi tres cuartas partes de la población mundial experimentará olas de calor que amenazarán la vida en la tierra.
El Ciudadano, vía IFLScience