El fundador y director general de la compañía aeroespacial SpaceX, Elon Musk, presentará las bondades del sistema de transporte Starship, un vehículo interplanetario reutilizable, diseñado con el fin de transportar cargas y personas a la Luna y Marte.
Este fin de semana se conocerá el primer prototipo en escala real de la Starship, la nave espacial con la SpaceX de Elon Musk para realizar viajes interplanetarios y que tiene como gran objetivo llevar humanos a Marte.
La compañía del magnate ha estado construyendo dos prototipos en paralelo con dos equipos distintos que compiten entre sí: uno desde Boca Chica (Texas), otro desde Cabo Cañaveral (Florida).
La empresa desarrolla esta nave de acero inoxidable de 50 metros de largo y nueve de diámetro, con capacidad para 100 personas sin financiación de la NASA y con un diseño básico.
Recientemente SpaceX publicó imágenes en su cuenta oficial en la red social Twitter de lo que será esta nave interestelar y la prensa se muestra ansiosa de poder verla en primera fila.
Con este gran anuncio, Elon Musk reafirma sus intenciones de que los propósitos de SolarCity, Tesla y SpaceX giran alrededor de su visión de cambiar el mundo y la humanidad de forma drástica.
Vale recordar que algunas de sus metas consisten en frenar el proceso de calentamiento global mediante el abandono de los combustibles fósiles por energías renovables, sobre todo la energía solar, y reducir el riesgo de una posible extinción de la raza humana mediante la evolución hacia una «civilización multiplanetaria«, a través de la creación de una colonia humana permanente en Marte de alrededor de un millón de personas.
Un privilegio de pocos
De acuerdo con información de la Agencia, en última instancia, Starship transportará hasta 100 personas en vuelos interplanetarios de larga duración, lo que significa que este será un privilegio del que pocos podrán disfrutar, por el momento.
A futuro, Starship proporcionará entregas económicas de cantidades significativas de carga y personas, esenciales para construir bases lunares y ciudades de Marte.
En su viaje por el cosmos, Starship utilizará la transferencia de propulsores en el espacio para permitir la entrega de más de 100 toneladas de masa útil a la superficie de la Luna o Marte.
Algo de lo que sí está segura la humanidad es que la nave espacial de Elon Musk será el cohete más poderoso de la historia, capaz de transportar humanos a la Luna, Marte y más allá.
Retos de dimensiones cósmicas
Uno de los principales retos a los que se enfrenta la compañía aeroespacial es el peso de la nave, que ahora mismo ronda las 200 toneladas.
“Bajarlo a 99 sería superépico”, dice Musk. Sin embargo, el objetivo más alcanzable que se marcan es que se reduzca hasta las 120 toneladas sin combustible.
De cara al futuro, los próximos modelos podrían convertir a la nave en un objeto cada vez más ligero y más fino, más sofisticado.
Por otra parte, el motor que ha presentado Elon Musk es bien distinto al de sus cohetes Falcon 9. Los motores Raptor de los que dispone la Starship necesitan 3,5 toneladas de oxígeno por cada tonelada de metano líquido.
Actualmente, los Merlin del Falcon requieren de 2,5 toneladas de oxígeno líquido por cada uno de metano líquido.
Eso sí, el primer vuelo de prueba de la versión texana tendrá lugar en máximo dos meses, según los pronósticos de Musk, y subirá hasta los 20 kilómetros de altura. Luego aterrizará en Boca Chica. La versión floridana esperará unas semanas más.
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