¿Puede algo escapar de un agujero negro? Esta pregunta ha estado intrigando a los físicos al menos por cuatro décadas, y aunque aún no se tiene una respuesta completa, tres importantes científicos sí pueden ofrecer cierta información clave.
Stephen Hawking, Malcolm J. Perry y Andrew Strominger sugieren que hay información que sí se puede escapar de un agujero negro. Estos físicos creen que los agujeros negros están rodeados por estados de energía de vacío, que pueden «grabar» la carga de partículas que vienen de los agujeros, lo que significaría que la información nunca se pierde.
Este enfoque fue presentado en un paper publicado en Physical Reviews Letters, y si este enfoque se puede repetir para la gravedad, los científicos podrían haber encontrado una forma de resolver la paradoja de la información. Desde que fue publicado el trabajo fundacional de Hawking, en 1975, esta paradoja ha plagado las investigaciones sobre agujeros negros.
De acuerdo a las leyes de la física, siempre debería ser posible reconstruir el pasado de cualquier interacción. Una taza que cae desde una mesa, el impacto de un rayo o la colisión de de una galaxia, siempre se pueden imaginar ocurriendo en reverso. Pero este no es el caso de los agujeros negros.
Hawking mostró que un agujero negro en realidad no es negro, porque las interacciones entre su superficie y el espacio-tiempo pueden crear partículas que le roban energía a los agujeros. Esta energía, apodada «radiación hawking», haría que los agujeros negros pierdan masa y eventualmente se evaporen. De esta forma, hay partículas que aparecen en el universo sin un pasado y otras que desaparecen del universo sin un futuro –y a la mecánica cuántica, eso no le gusta.
El otro tema viene de la relatividad. De acuerdo a la teoría de Einstein, un agujero negro estático se puede describir mediante sólo tres parámetros: su masa, su carga eléctrica y su momento angular. El físico John Wheeler popularizó la frase «los agujeros negros no tienen pelo», lo que significa que toda la información que cae dentro de uno de ellos, se pierde.
Ahora, la solución propuesta por Stephen Hawking y sus colegas sugiere que sí hay «pelo». Se trata del pelo cuántico, fotones que esencialmente tienen cero energía atrapada en la superficie de los agujeros negros. Cuando una partícula es tragada por un agujero negro, los fotones se activan, lo que no cambia las propiedades generales del agujero, pero así como evapora esa información, la vuelve a liberar al universo.
Aún se requiere de mucho trabajo sobre esta idea, para poder resolver realmente el problema de la información. No está claro si toda la información se puede transferir a este pelo cuántico, pero tal vez las respuestas recientes van en el camino correcto.
Por IFLScience
Traducción, El Ciudadano