La idea fue del equipo de programadores de R/GA Buenos Aires, conformado por Martín Rabaglia, Lourdes Montano e Iván Roumec. Tacho Piola es un contenedor capaz de leer los desperdicios que se arrojan gracias a una placa Arduino conectada a un sensor de ultrasonido. El desarrollo se completa con un brazo servomecánico que separa los desechos reutilizables.
Los desarrolladores de R/GA plantearon «premios» para los que utilicen el tacho. Por ejemplo, puntos en la tarjeta SUBE o Monedero para utilizar en el Subte, donaciones a su Comuna o bien la entrega de dinero para viajes de egresados en escuelas de pocos recursos.
«Trabajamos para darle sustento lúdico al cambio de hábito. La idea es que las personas interactúen con los Tachos Piola a la salida de recitales masivos, en el Subte, en los supermercados para mostrar masivamente que el buen manejo de la basura es útil y vale la pena», relató Montano.
Los desarrolladores aseguraron que trabajan con la Ciudad para poner en marcha una experiencia piloto con Tachos Piola y ver cómo reaccionan los vecinos ante la iniciativa.
«Con este proyecto apuntamos a ir un paso más allá de lo que es información sobre el reciclado, tratando de promover un cambio en los hábitos y en las conductas de las personas. El centro de la estrategia consiste en que una persona se sienta incentivada a reforzar un hábito positivo premiándola y ofreciéndole la oportunidad de competir contra los demás reciclando, reduciendo o reutilizando la basura», coincidieron Roumec y Rabaglia.
Fuente: Territorio Digital