Con un estudio en laboratorio, un grupo de científicos ha demostrado cómo la gripe aviar podría cambiar con tres simples mutaciones y llegar a propagarse entre humanos.
Pero no hay que temer, porque los investigadores no alteraron todo el virus, sino que trabajaron observando ciertas partes claves de su constitución. Esta investigación ayudará a los científicos a adelantarse al virus para prevenir una potencial propagación.
El estudio se centra en una cepa llamada gripe aviar A (H7N9), que ha infectado a más de 900 personas desde 2013, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). La gran mayoría de estos casos corresponden a personas que trabajan dentro de la industria avícola, porque el virus aún no es capaz de propagarse de manera sostenida entre los seres humanos.
En el peor de los casos el virus podría mutar de una forma que le permitiera pasar de persona a persona; lo que sería grave. Por eso los científicos del Scripps Research Institute, en California, han estado probando con diferentes mutaciones del genoma del H7N9, para ver qué tendría que ocurrir para que el virus fuera capaz de hacer esto.
En su estudio, publicado en la revista PLOS Pathogens, los autores observaron específicamente una proteína en la superficie del virus de la gripe aviar, llamada hemaglutinina H7, que permite que este se una a las células huésped y las infecte. Descubrieron que el virus necesita pequeñas mutaciones en tres aminoácidos de la superficie para tener la habilidad de unirse a los receptores celulares humanos.
Entonces los científicos produjeron las mutaciones de estos tres aminoácidos en laboratorio y demostraron que efectivamente el virus se puede unir a las células humanas. Para esto usaron muestras de tejido de la tráquea.
Las normas de seguridad prohíben la introducción de estas mutaciones en los virus H7N9, por lo que los autores del estudio enfatizan que no crearon ningún virus, sino que simplemente usaron un fragmento benigno de este.
La pregunta sigue siendo si hay que alarmarse con este hallazgo. Fiona Culley, experta en inmunología respiratoria del Imperial College de Londres, dijo a Reuters que las probabilidades de que las tres mutaciones ocurran conjuntamente son «relativamente bajas».
«Este estudio nos ayudará a monitorear el riesgo de la gripe aviar de una manera más informada. Será muy útil conocer más sobre los cambios de un virus que podría ser potencialmente peligroso, y vigilaro», dijo Culley.
Nota original en IFLScience
El Ciudadano